EN PERSPECTIVA

Así Telecinco sugestiona a la audiencia para crear un terremoto mediático sin fisuras

MEDIASET
Rocío Carrasco
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Antonio David Flores ya no trabaja con Telecinco, su colaboración con ‘Sálvame’ terminó tras las declaraciones de Rocío Carrasco en ‘Rocío. Contar la verdad para seguir viva’. La decisión de terminar con su participación se comunicó, a toda pantalla y con toda la pompa, en la cadena.

Antonio David Flores no sigue presente en plató, pero la realidad es que su nombre continúa en los diferentes programas del canal. Hasta en ‘Ya es mediodía’ se hizo una encuesta web para ver de qué lado estaba la audiencia, Rocío o Antonio David, como si fueran dos concursantes nominados de ‘Gran Hermano’. Cuando no todo puede ser debatible, no todo puede ser utilizado como choque del espectáculo del reality show.

Antonio David Flores ya no trabaja con Telecinco. Aunque la cadena conocía el contenido del llamado documental, pues está grabado, y 'Sálvame' mantuvo al ex marido de Carrasco hasta el momento clave. Su plano de reacción era decisivo para movilizar el morbo de la audiencia. Tenían la poderosa estampa de Antonio David enfrentándose, por primera vez, al visionado del tráiler del primer episodio. El programa no quiso perderse tal morboso instante. Es más, manejó con destreza los tiempos y los silencios. Él desconocía por completo a lo que se iba a enfrentar aquella tarde. Y se notó.

Con este enfrentamiento visual, entre el épico anuncio del programa y el trasparente rostro en directo del desprevenido Flores, se potenció la percepción en el público de estar asistiendo a un terremoto único.

No sólo basta tener una exclusiva, también hay que saber comunicar la exclusiva. De ahí que Telecinco esta semana se haya convertido en un monográfico sobre la historia que contó Rocío Carrasco. Aunque repitan todo el rato las mismas imágenes. Da igual, como el canal tiene una estructura de magacines con una audiencia muy fiel, con esta estrategia se favorece la sensación social de que no hay ningún otro acontecimiento de mayor relevancia.

Esta táctica no sirve para otras cadenas generalistas, pero si es útil para la principal frecuencia de Mediaset ya que es lo que se espera de ella. Su línea editorial se asocia al reality show en directo de las vidas ajenas. Como consecuencia, la inversión de una entrevista -fragmentada en episodios- se transforma en un monotema transversal que se trata con una apasionada intensidad para proyectar la percepción de que no interesa nada más. Objetivo cumplido, se amortiza la inversión del fichaje de Rocío Carrasco al máximo y, a la vez, se crea más interés por las nuevas entregas.

Así el público conecta con la emisora para ver si se lanza más leña al fuego. Es más, se alimenta cada paso hacia delante de la trama como si fuera un día histórico. Resultado: entramos en una especie de hipnosis colectiva en la que asumimos que en este momento lo más relevante es un asunto que una cadena ha decidido cómo y cuándo debe ser decisivo. Para que luego digan que la televisión tradicional ya no marca la agenda y no tiene influencia social. Sí, la tiene. Para bien, para mal e incluso para las dos cosas juntas.  

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