EN PERSPECTIVA

'Drag Race España': sus aciertos televisivos para conquistar al planeta

Casting Drag Race
Casting Drag Race
Atresmedia

'Drag Race España' es un éxito de aceptación. La versión española del talent show de drags, creado por RuPaul, ha convencido hasta a los escépticos, que desconfiaban de la capacidad de producción en nuestro país de un formato de estas características. Pero el resultado ha mejorado incluso a otras adaptaciones como la australiana o la holandesa.

El primer acierto ha estado en el casting, consiguiendo un elenco fiel a los principios del Drag Race original y, a la vez, entendiendo la idiosincrasia española, con su cultura drag propia. Así el programa ha sabido equilibrar el casting entre perfiles cómicos y artísticos. No sólo basta con sorprender con la caracterización. También es importante contar una historia en cada prueba. Hugáceo Crujiente es el ejemplo de drag que siempre busca una premisa artística rotunda. Su cuerpo es un expresivo lienzo. En el otro lado, no menos importante, Pupi Poisson como la cómica de varietés. Siempre con la lengua afilada.

Cada drag tiene su peso en el hilo narrativo del formato. Hasta las que no se entienden por los haters de las redes. De ahí el éxito del formato: cuenta con una recorrido de personalidades complementarias que, además, son telegénicas cuando están en el personaje drag o cuando las vemos sin maquillaje. Ese es uno de los fuertes televisivos de la idea de Rupaul: se ve cómo son cuando se quitan sus vestidos, el maquillaje y las pelucas. Ahí es cuando comentan vicisitudes de la trastienda del show, declaraciones que sirven para construir el relato del programa. Y ahí es donde aún se empatiza más con ellas, personas de la calle con las que conectar porque transmiten, incluso enamoran. Son empáticas, podrían ser de tu barrio. Al menos, la mayoría.

Al final, 'Drag Race' es una espectáculo en el que se busca la mejor reina drag, que es un arte que combina reivindicación e imaginación. Es un arte para ser lo que quieras ser. Hasta donde tu creatividad decida. Y en el marco de la producción española este movimiento está entrando por los ojos, plasmándose con color y luminosidad.

El color y la luminosidad no es un detalle baladí, es una de las cualidades de nuestra televisión. El envoltorio visual también ha sido clave para estar a la altura y adelantar a versiones como la holandesa y la australiana. Y es que la televisión en España está acostumbrada a la importancia de una buena fotografía que otorga más ímpetu a cualquier formato. Quizá no siempre tengamos millonarios presupuestos, pero sí la habilidad para hacer que los platós luzcan: con una buena iluminación son más amplios y acogedores. Virtud que suelen tener los grandes formatos de entretenimiento de Atresmedia. Es la manera de aupar la experiencia de visionado del show y, a la vez, potenciar la belleza del talento de los participantes. Sea como sea la belleza. Porque hemos aprendido, o deberíamos aprender, que la belleza no sigue clichés o etiquetas, es despertar la ilusión de la emoción. 'Drag Race España' lo ha conseguido.

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