OPINION

'El Chiringuito', claves (que tal vez no te habías fijado) de un sigiloso éxito para la TV temática

El Chiringuito de Jugones
El Chiringuito de Jugones

El fútbol moviliza millonarias audiencias pero, sin embargo, en la televisión en abierto pocas veces ha conseguido impregnar su fiebre en un formato de late show de  entretenimiento. Se ha intentado, pero ha sido El Chiringuito de Jugones, siguiendo la estela de Punto Pelota, el formato que ha asentado un público fiel que no falla. Más de 200.000 apasionados que trasnochan para vivir, como una última ilusión de cada día antes de dormir, el debate apasionado por el deporte rey.

El acierto de Josep Pedrerol, director de la fórmula y curtido en horas y horas de televisión, fue impregnar de dinamismo de espectáculo mediático al debate futbolero clásico de la radio. Aunque adaptándolo a la idiosincrasia de la televisión. Como consecuencia, huyó de encorsetadas mesas y plantó incómodos banquillos. Así los tertulianos no estaban apoltronados en confortables butacas y aguantaban bien derechos la emisión del programa. Al igual que en un estadio, sintiendo el encuentro. Nada de relax. Vivos, en definitiva, en la contienda dialéctica.

Colaboradores con una posición bien remarcada en el terreno de juego que es el propio plató pero, también, plasmados por la televisión con una realización que juega en el directo sin piedad, a veces hasta abrumar a la audiencia. El Chiringuito es un festín de soniquetes, rótulos y pantallas partidas que convierten el debate en un ir y venir de impactos visuales. Es difícil dormirse: todo está pensado para que el público, como esos colaboradores sentados en incómodas sillas, siga ahí bien atento.

Aunque el otro valor del programa está en que presentador, redactores y colaboradores no se toman demasiado en serio cuando dejan de lado el letrero de 'exclusiva' (con una voz robotizada que recalca "ex-clu-si-va") o la información de 'última hora'. Al menos, la mayoría. Con cierta sacarronería made in PedregolEl Chiringuito ha construido un lazo de conchabanza con sus fieles que se sustenta en la ironía. Y, al final, esto se traduce en una especie de despiadada fiesta de amigos futboleros que van a pasárselo bien con la excusa de hablar de los dimes y diretes del fútbol. Sin más pretensiones, aunque con muchas emociones.

La importancia de contar con buque insignia en la TV temática

Es la manera con la que El Chiringuito ha afianzado una alternativa franja que es el estandarte del canal temático Mega, de Atresmedia. En la actual saturación de contenidos y canales de televisión, las cadenas temáticas necesitan un buque insignia de producción propia que otorgue relevancia a su oferta general y estructure su programación.

El Chiringuito pone en el mapa a Mega. Lo hace alzándose como referencia de un género a partir de su emisión en un tramo horario en el que sus competidores duermen. Su público objetivo es el mismo que pretende conquistar el canal. Masculino, futbolero y amante de la acción. Y El Chiringuito es pura acción: verbal y visual. A veces, demasiada acción. 

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