ANÁLISIS

El escalofrío emocional del retorno de 'Cuéntame cómo pasó'

Lo que nos ha pasado no podía esperar más para ser retratado y contado. 

Mercedes Fernandez en 2020.
Mercedes Fernandez en 2020.
TVE

La nostalgia es cada vez más reciente. Aunque en este caso tampoco sabemos si es nostalgia lo que debemos sentir. Ver el comienzo de lo nuevo de 'Cuéntame' supone en cualquier caso un escalofrío emocional porque recrea algo que vivimos hace apenas unos meses. La temporada 21 de la serie de Los Alcántara empieza en 2020, con el aplauso colectivo a los sanitarios en los balcones. Muchos dicen que, por primera vez, la serie se instala en el presente. Pero, en realidad, esto también es ya pasado en nuestras vidas. Estos últimos doce meses han sido tan intensos que da la sensación de que han pasado años. Y 'Cuéntame' lo juega. No obstante, la baza de la gran serie de TVE y Ganga desde su inicio es llevar a cabo un retrato de nuestra historia. Y 2020 ya está en nuestra historia.

Así, en esta etapa, 'Cuéntame' plantea un interesante viaje paralelo entre la España de 1992, en la que el país tocaba un techo de modernidad y nos creíamos que lo podíamos conseguir todo, con un 2020 de oscuridad e incertidumbre que nos recuerda que la evolución no siempre va unida al progreso. Un choque de años, un choque de sociedad muy inteligentemente ideado para revivir el interés por la serie de Antonio Alcántara y Mercedes Fernández tras tantas temporadas. Si esta familia nos ha acompañado en todos los pasajes históricos de la historia reciente, tenía que estar en la pandemia que más nos ha cambiado la normalidad, esa que cada vez parece que costará más tiempo recuperar.

Carlos Hipólito y Silvia Abascal interpretan a Carlos Alcántara (ya no solo poniéndole voz sino también presencia física) y María Alcántara en este presente. Sin embargo, viendo este primer capítulo, no es fácil adivinar hasta dónde llevarán sus artífices este paralelismo de décadas. Tras la emoción de los aplausos de todo el país a los que nos cuidan, la primera secuencia nos muestra al personaje de María, que es médico y trabaja en el hospital. Habla por teléfono con su hermano Carlos, que se encuentra en el mítico balcón donde empezó la serie y que le ha visto crecer. Donde nosotros también le hemos visto crecer. Y se plantea que, en teoría, Antonio está a punto de morir. De Covid, se presupone, claro. O eso nos hacen creer. Porque si Antonio ha vivido tantos momentos claves de nuestra historia, también debe vivir este. Probablemente como colofón.

No obstante, este diálogo suena un tanto forzado, un poco explicativo de más pero también ambiguo. Se le perdona porque tienen que explicarnos en qué punto están los personajes en 2020, dejándonos claro que Herminia ya no vive. No está mal que nos lo aclaren, vista la edad infinita de la que hace gala el personaje de María Galiana temporada tras temporada... Pero luego la serie viaja a los noventa. A ese país de color, aunque en el capítulo se empieza a perfilar una oscuridad de corrupciones y violencia que salpica a Antonio Alcántara. Hasta para temer por su vida. De hecho, el desenlace del episodio apunta hacia un final trágico que el espectador ya sabe que no será tan trágico, pues el mismo episodio nos cuenta que, de nuevo en teoría, sigue vivo en 2020.

Lo que está claro es que esta reinvención de 'Cuéntame', que recuerda a la estructura de la serie norteamericana 'This is us', trae aire fresco a la longeva serie, si bien este primer episodio ha sido más introductorio que emocionante, menos rico en detalles de lo habitual. Eso sí, un detalle en concreto chirría: la facilidad que tiene el personaje de Silvia Abascal para quitarse la mascarilla cuando habla por teléfono. Al principio, puede valer porque está en un exterior, pero es que después se la vuelve a quitar en un pasillo de un hospital supuestamente atestado de Covid. Es una licencia dramática para que se vea la expresividad del rostro de la actriz, pero no representa a 'Cuéntame', que es una serie valiente. Lo osado, y realmente interesante para introducir en la historia al espectador, era ser realistas. Ver a María ahí sin mascarilla incomoda e impide identificarte con el personaje. No representa la responsabilidad escrupulosa de los sanitarios.

María se quita la mascarilla en el interior del hospital para hblar
María se quita la mascarilla en el interior del hospital para hablar

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Con mascarilla o sin ella, 'Cuéntame cómo pasó' ha vuelto para seguir reivindicando su indudable lugar en nuestra historia de la televisión como una de las mejores (si no la mejor) y más necesarias y trascendentales ficciones nacionales. Nos ha radiografiado siempre con una sensible capacidad de captar lo verdaderamente relevante entre el ruido pero ahora, además, con carácter de urgencia. Porque lo que nos ha ocurrido en 2020 no podía esperar para ser también retratado y contado.

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