ANÁLISIS

La noche más rara de 'Tu cara me suena'

El programa ha regresado emitiendo el programa que se grabó justo en la semana del confinamiento colectivo de marzo.

Chenoa emocionándose en 'Tu cara me suena' ante las palabras de Àngel Llàcer.
Chenoa emocionándose en 'Tu cara me suena' ante las palabras de Àngel Llàcer.
Borja Terán

El plató de 'Tu cara me suena' se ha vuelto a encender esta noche del domingo, tras parar su emisión en pleno confinamiento colectivo. Entonces, los programas grabados a principio de año aguantaron en la parrilla de Antena 3 durante las primeras semanas del encierro social de marzo. De hecho, triunfaron en audiencias. El travieso entretenimiento del concurso de imitadores sirvió de ilusionante acompañamiento. Falta nos hacía. Pero, ante la imposibilidad de seguir grabando, se paró la emisión y se dejó una gala en el cajón para que sirviera como avanzadilla cuando se pudiera retomar la producción del talent. 

Y esta gala, que se grabó justo la semana del nueve de marzo -cuando la vida se nos empezaba a cambiar de cuajo pero aún no sabíamos el choque que nos esperaba en sólo unas horas-, se ha estrenado, por fin, este domingo 29 de noviembre. Parece que han pasado años desde entonces. La pista del tiempo transcurrido está en la inmensa grada del plató: llena de público, sin ninguna distancia de seguridad. Y en los besos, cuántos besos. Incluso algunos en la boca. El virus estaba viajando con velocidad entre nosotros, pero aún no atisbábamos la complejidad de la situación. De hecho, en un instante, Rocío Madrid empezó a dar besos en la boca a sus compañeros y cuando fue a por Belinda Washington esta se quedó paralizada, hasta se retrajo, como ya sabiendo que algo se estaba haciendo mal.  "A vivir sin miedo", dijo la propia Washington más tarde, en los minutos finales.

Los participantes estaban intentando divertirse y divertir pero, a la vez, en determinados momentos sus rostros transmiten la preocupación de la claustrofobia de los primeros compases de la incertidumbre que asomaba. Igual que sus expresiones, algunas sonando a despedida como determinados apuntes de Àngel Llàcer sobre los concursantes, que no podían ocultar lágrimas. También Chenoa se emocionó ante un Llàcer afirmando sobre ella que "no hay nada ni nadie que se te resista (...) te he querido desde el primer día, te has convertido en mucho más que esa chiquilla que prometía". Lo mismo sucedió a Monagillo, ganador del programa con su asombrosa imitación del pirata cojo de Sabina:"Yo que venía a hacer reír...", soltó con la voz partida. Todo sonaba a un adiós, y en el fondo no se equivocaban. Aunque fuera un hasta luego de nueve meses de separación. 

Belinda Washington emocionada en 'Tu cara me suena'
Belinda Washington emocionada en 'Tu cara me suena' junto a Manel Fuentes.
Borja Terán

Era marzo, hoy ya están las luces de Navidad prendidas.'Tu cara me suena' ha vuelto, ahora en los domingos, y la semana que viene empezarán los programas grabados ya en estas últimas semanas. Será la cuenta atrás para la despedida de esta rara temporada. Tiempo en el que todos hemos aprendido a improvisar mejor. Pero, viendo ahora la vibrante y estimulante gala grabada en aquella semana antes del primer estado de alarma, sólo hay que desear que las nuevas normalidades no mermen el impulso que este formato de Antena 3 y Gestmusic ha favorecido en la televisión en España, volviendo a colocar a nuestro país al mismo nivel de las primeras potencias del espectáculo del entretenimiento televisivo. Que España no dé ningún paso atrás en la inversión en televisión que cobija interpretación, guion, realización, iluminación, escenografía, ingenio, autoría y atrevimiento con la modernidad de cuidar los detalles con pincel y no a brochazos. O seremos más cutres. Y, como consecuencia, la TV será menos competitiva, la industria audiovisual española será menos diversa. El show debe continuar. El show debe continuar a lo grande como 'Tu cara me suena' ha demostrado que podemos abrazar.

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