OPINION

La súbita desaparición del magacín de Nuria Roca de la programación de TV3

Nuria Roca en el plató de 'A tota pantalla' de TV3.
Nuria Roca en el plató de 'A tota pantalla' de TV3.
Nuria Roca en el plató de 'A tota pantalla' de TV3.
Nuria Roca en el plató de 'A tota pantalla' de TV3.

Es uno de los últimos fichajes estrella de TV3. Desde esta temporada, Nuria Roca se hace cargo de parte de la franja matinal de la cadena pública catalana con A tota Pantalla, un magacín de variedades que ha llegado para airear la programación de contenidos políticos y rivalizar con éxitos de entretenimiento de la competencia, como Arucitys de 8TV, la televisión privada de Cataluña. Sin embargo, el espacio de Roca ha desaparecido de la emisión sólo dos semanas después de su estreno.

Se trata de una cancelación temporal por la trepidante y compleja actualidad que ha generado el referéndum del 1 de octubre. TV3 ha visto dispararse sus audiencias en unas jornadas en las que su público ha demandado solamente la línea informativa de la emisora. Pero, mientras que Tarda Oberta, el otro magacín de la cadena, se ha adaptado a la actualidad, A tota Pantalla ha sido retirado.

En principio, el programa iba a regresar el pasado martes tres de octubre, pero los acontecimientos han retrasado aún más su retorno hasta previsiblemente noviembre. Un problema para la implantación de un nuevo programa sin tiempo para destacar desde su estreno.

¿Por qué no ha continuado A tota pantalla? Aunque al ser un versátil programa magacín podría haberse adaptado a la actualidad política y social, no ha sido así. La cadena pública catalana ha adquirido una marcada línea ideológica afín al procés en la que la propia Nuria Roca no encaja. De hecho, algunas fuentes afirman que la presentadora ha preferido no implicarse en estos temas y mantenerse al margen.

Son las consecuencias de una cadena que ha tomado partido claramente, contagiándose del fervor emocional que mueve el sentimiento independentista. Un tono que incluso salpica a espacios infantiles, que narran la situación con sólo un prisma y como si tratara de una película con héroes y villanos, donde al Gobierno central o estatal se denomina Gobierno español creando una frontera psicológica ya desde pequeños.

Pero, a medio plazo, un formato al estilo de A tota pantalla es necesario para TV3 como un instrumento que atraiga otros públicos. Es la forma de que la cadena siga siendo competitiva cuando las aguas se apacigüen.

En la pasada temporada, el canal ya notó una cierta tendencia de pérdida de liderazgo y A tota pantalla era una propuesta pensada con el objetivo de interesar a nuevas audiencias, con contenidos de magacín tradicional con crónica social.

Si bien, el enfoque del programa no terminó de cuajar en sus primeros días.  Así que este parón deberá servir al espacio para reinventarse, actualizar sus temáticas a tratar y volver con una estructura más sólida para consolidar una alternativa dentro de un canal tradicionalmente caracterizado por su pluralidad creativa. Una característica que TV3 no puede permitirse desvirtuar o perderá su valorada razón de ser.

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