OPINION

Netflix no quiere perder 'Friends', la serie que todos cortejan 14 años después de su final

Friends
Friends

Friends terminó hace 14 años. Pero todos quieren Friends. La telecomedia de las telecomedias sigue siendo uno de los productos más consumidos en la televisión de pago, especialmente en el bajo demanda donde sus capítulos son un filón para el visionado en maratón. Es la sitcom perfecta, cada capítulo son 22 adictivos minutos que no dan respiro al público con su perfecto puzzle de tramas tan empáticas como delirantes. Episodios fáciles y rápidos de disfrutar y recordar. Nunca fallan. Siempre enganchan.

Netflix se hizo por diez años con los derechos exclusivos de Friends. La adquisición fue un acierto. Aún en 2018 la teleserie es uno de los espacios que más visionados atesora. Aunque el espectador conozca los giros dramáticos de memoria, no se agotan esas carcajadas cómplices que desprende la vida de Chandler, Joey, Monica, Ross, Rachel y Phoebe.

Porque Friends supo realizar una inteligente radiografía universal de una generación a través del humor. Por eso no se desgasta en su infinito revisionado, pues supo construir su historia con esas risas que se sustentan en la emoción que crece de situaciones cotidianas, algo que nos hacía congeniar con los personajes hasta sentirlos nuestros.

Ahora, según asegura Recode, Netflix se queda por un año más con los derechos exclusivos de Friends por 100 millones de dólares. No es un producto de estreno. Es más, es un producto que todo su público objetivo ya ha visto. Pero es una inversión crucial para la compañía. El público demanda tener Friends a un clic para poder revivir esas historias carismáticamente brillantes de una pandilla de amigos tan surrealista como realista. 

Pero la llegada de nuevos operadores bajo demanda  al escenario de Estados Unidos pueden dinamitar esa exclusividad de Netflix. Warner prepara su propia plataforma y la serie pertenece a su catálogo de producción propia. Lo lógico es que Friends se introdujera en su lanzamiento para posicionar esta nueva marca que debe venderse al mercado con estrenos pero, también, con su sello histórico de hitos como Friends.

Así lo hará también Disney con su desembarco con Disney+ y su todopoderoso catálogo sin rival. Los de Disney también querrían Friends. Como también Apple, que ya está haciendo realidad su vieja aspiración de abrirse a los contenidos audiovisuales propios.

Todos ya han interiorizado que la televisión bajo demanda es el presente y todos toman posiciones.  Cada uno a su manera, pero a Netflix se le complican los derechos exclusivos de las grandes compañías norteamericanas, por eso mismo está implantando globalmente su imagen de marca como referente en atractiva y moderna producción propia. Ahí, en identidad de marca, Netflix ha cogido delantera, para depender lo menos posible de nadie. Pero sólo lo menos posible, pues si su usuario tremendamente fiel no encuentra en su catálogo Friends... Netflix le caerá un poco peor y empezará a ser menos fiel. 

Mostrar comentarios