OPINION

Así está cambiando Netflix el mundo del cine y la TV

Netflix: inversión en cine para el olvido
Netflix: inversión en cine para el olvido

En el primer día de clase, le pregunté a mis alumnos universitarios si veían la televisión. La mayoría respondió que no. "¿Veis películas?", pregunté. "No mucho", respondieron Entonces, ¿qué veis? "¡Netflix!", respondieron casi todos. Series de Netflix.

La costumbre de muchos jóvenes y adultos es pegarse en su casa atracones de episodios de series comiendo palomitas. En EEUU lo llaman 'binge watching'. Pasan horas y horas ante las series de TV. Por eso, en mi pasada columna me preguntaba por qué se estaban peleando los partidos políticos por RTVE, si al final, la gente veía Netflix o cualquier otra plataforma.

En el caso de Netflix, estamos hablando de una plataforma que ya tiene más de 127 millones de suscriptores en todo el mundo. Cada suscriptor paga una media de 10 euros al mes. Solo en el primer trimestre de este año Netflix captó 7,4 millones de suscriptores, según informaba 'The Economist', que le dedicó recientemente una portada a este fenómeno mundial al que llama "el gigante tecnológico que todo el mundo está viendo".

Netflix está revolucionando la televisión y el mundo del cine. Las cifras atontan. Este año invertirá unos casi 12.000 millones de euros en producir contenidos audiovisuales. Esa cifra es mucho más de lo que puede gastar el mayor de los estudios de Hollywood, o el mayor canal de televisión. Por ejemplo, Netflix producirá 82 largometrajes. Warner Bross solo producirá 23, y Disney, 10.

En este momento, Netflix está produciendo o promoviendo 700 programas o series de televisión, incluidos documentales y contenidos para niños. Algunos de esos contenidos incluyen series producidas en otros países, como La casa de papel, la serie de Antena 3 cuyo estreno en España fue pasable; pero en el momento en que saltó a Netflix se convirtió en un fenómeno de masas en Brasil, Francia, Turquía, Italia y más países.

No hay medio, plataforma, estudio o canal que tenga la potencia armada de Netflix. Contrata a grandes directores como los hermanos Coen, los gemelos Wachowski o Spike Lee, pone a escribir a cientos de guionistas, y es capaz de pagar 1,7 millones de euros por episodio al presentador David Letterman, que fue despedido de su programa en la NBC y recolocado por Netflix.

El valor de mercado de Netflix es de 145.000 millones de euros. En el primer trimestre de este año ganó 247 millones de euros y facturó más de diez veces más: 3.150 millones de euros.

La movida que está provocando Netflix en la industria es tan grande que la operadora AT&T ha comprado Time Warner por 72.000 millones de euros. Disney anunció el año pasado que quería comprar 21 Century Fox. Cerró el acuerdo en junio por 44.000 millones de euros. Pero cuando pensaba que todo estaba cerrado, Comcast ofreció 55.000 millones de euros, a lo cual respondió Disney subiendo hasta 60.000 millones de euros. No se sabrá nada hasta finales de este mes.

Comcast también ha pujado para comprar Sky, pero Rupert Murdoch (dueño aún de 21th Century Fox) se metió por medio. Ahora Comcast acaba de subir su puja a casi 30.000 millones de euros. Y todo por culpa de Netflix, cuya rápida expansión está dejando al mundo boquiabierto.

Netflix comenzó en los 90 distribuyendo DVD a domicilio, y compitiendo con Blockbuster, aquella cadena de tiendas donde prestaban de videos a las familias. Un día, Netflix se dio cuenta de que en internet podría exhibir películas por 'streaming', y muchos de sus competidores se burlaron con razón pues las conexiones no eran tan buenas.

Pero en Netflix acertaron. Blockbuster cerró mientras Netflix se adelantaba a todo el mundo con su visión. Hoy gracias a las mejoras de las comunicaciones, distribuye un enorme catálogo de películas y series a través de internet, con un coste de estructura mucho menor que cualquier canal de televisión.

Es por decirlo así, el Uber del mundo audiovisual. Una plataforma digital que está barriendo a los viejos estudios y a los enormes canales. Algunos analistas citados por 'The Economist' predicen que en 2026 Netflix tendrá más de 300 millones de suscriptores y ganará 20.000 millones de euros brutos. Y que valdrá en bolsa unos 256.000 millones de euros.

Bueno, eso es mucho pedir. Si algo ha demostrado la era digital es que una plataforma se come a otra en poco tiempo. Cada vez habrá más plataformas ofreciendo contenidos a través de internet. Hasta Amazon ofrece a sus suscriptores (a través de Prime), un servicio de películas 'on line', todo por menos de 19 euros al año.

Nadie sabe quién será dueño de qué. Pero todos saben por dónde van los tiros. Tener contenidos para emitir por 'streaming' y tener la plataforma para hacerlo, ya sea Netflix, Hulu o Prime. Disney lanzará su plataforma el año que viene, tal como anunció el presidente Bob Iger al grito de: "Vamos a lanzar algo grande".

Esta batalla es tan candente, que el medio digital más conocido de Hollywood, The Hollywood Reporter, ha creado una sección denominada Streaming Wars, la guerra del 'streaming'.

Por eso, cuando todavía hablamos de canales de televisión tradicionales como TVE, Antena 3 o Telecinco, y los comparamos con Netflix o las nuevas plataformas, es como si viéramos a los fabricantes de hielo a principios del siglo veinte: no se daban cuenta de que el frigorífico ya les estaba comiendo el terreno.

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