¿Por qué tanto paripé en el PSOE? Tres explicaciones inocentes (y una temida)

  • Iceta se niega, Madina anuncia una abstención que no se atreve ni a mentar, y Margarita Robles insiste en sus trece.

    El PSOE está escenificando uno de las peores salidas a la crisis política del país y a la suya interna. Pero… ¿por qué?

¿Por qué tanto paripé en el PSOE? Tres explicaciones inocentes (y una temida)
¿Por qué tanto paripé en el PSOE? Tres explicaciones inocentes (y una temida)

O el PSOE es una bomba a punto de estallar o juegan muy bien al despiste. Tras el accidentado comité socialista en que algunos barones consumaron la defenestración de Sánchez, hubo otros que mantuvieron su irreductible NO a Rajoy. Iceta estaba entre estos últimos… y yo pensaba que su NO incluía la voluntad de convencer a sus compañeros de imitarle. Pero este martes declaró lo siguiente:

“Si no hay más remedio que investir a Rajoy, puede que con 12 abstenciones sea suficiente”. Podría haberlo dicho de otro modo: “Vale, lo acepto, hay que abrirle la puerta a Rajoy, pero yo no lo doy la llave, porque me da vergüenza... os coméis el marrón vosotros”. Por la tarde, después de reunirse con el presidente de la Gestora, Javier Fernández, volvió a proclamar su decidido NO.He mantenido una reunión cordial con Javier Fernández. Nuestros puntos de vista que son distintos no han cambiado.Haré declaraciones mañana— Miquel Iceta Llorens (@miqueliceta) 18 de octubre de 2016

Ayer el socialista vasco Eduardo Madina no se atrevía a pronunciar la palabra “abstención” en una entrevista con Ferreras en La Sexta. Insistía en su propósito de “destrozar la obra política de Rajoy” al tiempo que trataba de justificar por qué el PP iba a gobernar España con el consentimiento tácito del PSOE.

Hoy Margarita Robles aseguraba en el mismo programa que nadie del Comité Federal había podido convencerle de que se abstuviera. Y que por tanto, votaría NO, al igual que Iceta. “¿Le han presionado para que cambie su opinión?”, preguntaba Ferreras. “He hablado con mucha gente. Y en el fondo de su corazón saben que tengo razón”, respondió envolviendo sus palabras en un halo de misterio.

El exceso de postureo está dañando al PSOE más que sus propias decisiones políticas. Y yo me pregunto: Si está claro que van a permitir que Rajoy gobierne, si ya han descartado unas terceras elecciones, si se han negado a pactar con los nacionalistas, si han precipitado la dimisión de todo un secretario general por este asunto, si han provocado la mayor crisis interna del PSOE en los últimos años… ¿a qué viene ahora este paripé? ¿Por qué tanto misterio? ¿No se han autoinfligido ya suficiente daño? 

Por eso, indagando en los porqués, he encontrado cuatro posibles respuestas a las pregunta que me formulo. Tres de ellas nacen de la pura observación. La última, de la sospecha que reputo más temida entre los actuales gestores del partido.1. Por pura vanidad.

Esa que sube tanto que nubla la vista. “La gente no le gusta verse en fotos porque dice que sale mal; y no es que salgan mal, es que son así”, nos decía el Gran Wyoming a los periodistas en la presentación de sus memorias. Y tiene razón. La foto política del momento muestra a un PSOE en un estado patético: no puede pactar con su izquierda, no quiere pactar con su derecha y teme más que nunca sufrir una ‘pasokización’ en unas nuevas elecciones. Están muy feos, lo saben y, sin embargo, pretenden parecer los rojos más guapos del mundo con el burdo maquillaje de “a la derecha, ni agua”, como si se pudieran permitir semejante postura. ¿Para qué, entonces, han echado a Sánchez?2. Para aplicar vaselina.

Cualquier acoplamiento entre dos cuerpos, incluso entre aquellos que ocasionalmente sean complementarios, comporta sus dificultades y sus engorros. Todavía hay socialistas que sufren con la inevitable perspectiva de dar un pase de gol al rival. El constante tira y afloja que exhiben ante los medios uno y otro sector del PSOE trata de edulcorar ese trago amargo que parece tan inevitable como cercano. De este modo, podrían decir cuando llegue el momento de la votación: “Lo hemos intentado evitar hasta el final, pero no fue posible”.3. Para posicionarse mejor internamente.

El PSOE necesita tiempo para recomponerse, sellar heridas y elegir un nuevo líder. La selección del próximo secretario general reavivará el deseo de distinguirse del eterno rival, esto es, del PP. Y el apoyo a tácito o explícito al PP, que se producirá a finales de mes, se convertirá en arma arrojadiza en la próxima campaña electoral interna. Las aspiraciones políticas de quien se haya mantenido más firme en contra del gobierno de Rajoy será un punto a favor en dicha campaña interna. ¿Quién mandará en el PSOE el día de mañana? Difícil lo tendrá quien haya votado a favor de Rajoy, aunque sea mediante la abstención.

Hasta aquí, los argumentos más biempensantes o, si lo prefieren, menos retorcidos. Ahora expongo lo que entiendo puede ser la sospecha más temida por la actual dirigencia temporal del PSOE.4. Evitar una revolución de la militancia y una fractura del partido.

Esta ruptura puede empezar por la territorial del PSC. Si los dirigentes socialistas no han dejado en manos de la militancia la decisión de abstenerse o no ante el PP sólo se explica porque conocen perfectamente el resultado. La militancia diría NO a Rajoy y por tanto abriría la puerta a las terceras elecciones. Y los dirigentes socialistas saben de igual modo que no se pueden permitir una tercera derrota electoral en menos de un año, con ‘sorpasso’ de Podemos -esta vez sí- incluído. De ahí que hayan tomado una decisión al más puro estilo del despotismo ilustrado: todo para el pueblo pero sin el pueblo. Pero, sobre todo, intentan que al menos no parezca unánime. Si no hubiera discusión pública, las muchas casas del pueblo serían literalmente tomadas por las bases que clamarían contra “los golpistas”. El PSOE sabe lo que va a pasar, pero necesita que la militancia crea que no todos la querían.

Si el PSOE hubiera dicho la pura verdad el día que liquidaron a Pedro Sánchez, se habrían ahorrado este lamentable paripé; pantomina que solo pone de manifiesto una verdad incontrovertible: están muertos de miedo.

Sigue @martinalgarra//

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