El Cairo, 28 jul.- El ministro del Interior egipcio, Mohamed Ibrahim, aseguró hoy que la Policía afrontará con "toda dureza" cualquier intento de desestabilizar el país, después de que ochenta personas murieran entre el viernes y el sábado en disturbios.
"Aseguro al pueblo de Egipto que los hombres de la Policía se comprometen a lograr la seguridad y la estabilidad en el país y no permitirán a ningún envidioso que perturbe el ambiente", dijo Ibrahim en un acto de graduación de estudiantes de la Academia de la Policía.
El ministro del Interior destacó también que los ciudadanos egipcios han autorizado a la Policía y a las Fuerzas Armadas a luchar contra los actos de violencia y terrorismo al seguir de forma multitudinaria la convocatoria de protestas hecha por el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Sisi.
Al Sisi, presente en el acto de graduación, instó a los egipcios a que se manifestaran el pasado viernes para apoyar a las fuerzas del orden en las medidas para acabar con la violencia.
Los disturbios que siguieron a esa jornada, en la que los islamistas también convocaron manifestaciones contra el golpe militar que depuso a Mohamed Mursi, se han saldado con al menos 72 muertos en El Cairo y ocho en Alejandría.
Los islamistas mantienen su presión y tienen previsto convocar nuevas protestas, pese a que ayer el titular de Interior advirtió de que desmantelarán "muy pronto" las acampadas de los afines a Mursi.
Ibrahim también anunció ayer que ha ordenado reestructurar el aparato de Seguridad Nacional, que sustituyó a la temida Seguridad del Estado, símbolo de la represión del régimen de Hosni Mubarak, y que restablecerá el departamento de actividades religiosas, anulado por Mursi.
La campaña opositora "Tamarrud" (rebelión), que organizó las protestas del pasado 30 de junio contra Mursi, condenó hoy estas medidas y expresó su gran preocupación porque puedan suponer la persecución de activistas políticos y religiosos.
En un comunicado, un portavoz de Tamarrud, Mahmud Badr, señaló que apoyan a las autoridades en su lucha contra el terrorismo, pero rechazan la adopción de medidas extraordinarias que contravengan las libertades y derechos humanos.
"La revolución del 25 de enero (del 2011) y su réplica del pasado 30 de junio se celebraron para lograr la libertad para todos los egipcios y no para hacer frente a una cierta corriente", afirmó Badr.
Por su parte, el Movimiento 6 de abril pidió hoy la dimisión del ministro del Interior y de sus asesores por los recientes enfrentamientos y les responsabilizó de lo ocurrido.
Los fallecidos en la capital egipcia se produjeron en la madrugada del sábado en choques entre la policía y los manifestantes islamistas cerca de la plaza de Rabea al Adauiya, donde los seguidores de Mursi mantienen una acampada.
Las versiones sobre lo ocurrido son contradictorias. El Ministerio del Interior aseguró que los agentes solo lanzaron gases lacrimógenos, mientras que los islamistas acusaron a los policías de atacar a los manifestantes con armas de perdigones y de fuego.
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