Alimentación

Cómo conservar los plátanos para evitar que se pasen con el calor

En verano, la maduración de esta fruta cambia y tiende a estropearse antes que en invierno.

ripe, bananas
ripe, bananas
Pixinio
 

Los plátanos son esa fruta socorrida que siempre está de temporada, que dura al menos una semana si se almacena correctamente y que se puede llevar hasta en el bolso o en la mochila del gimnasio para recobrar las fuerzas en el trabajo o después de entrenar. 

Sin embargo, aunque parezcan una fruta resistente, con el cambio de estación también cambian sus necesidades de conservación y tienden a estropearse antes. Si habitualmente el color de la cáscara del plátano indica el grado de madurez (de verde a amarillo, de menos a más maduros), en verano estas características no van de la mano y el plátano por dentro puede estar listo para comer aunque por fuera no lo parezca. 

Lo más habitual es guardar los plátanos en lugar cerrado con una temperatura que vaya de los 10 a los 20 grados, lejos de corrientes de aire o de la exposición directa a la luz del sol. Pero, en verano, es también aconsejable guardarlos en la nevera. Eso sí, es indispensable taparlos o envolverlos en un trapo limpio, ya que el frío y la humedad los pondrá negros en cuestión de pocos días. 

También en la nevera, un truco es meterlos en una bolsa hermética junto con medio limón. Esto evitara que la cáscara se ponga negra y aguantarán más días intactos. Igualmente, se puede utilizar papel de periódico para envolverlos, ya que este absorbe la humedad y mantiene la fruta en buen estado durante más tiempo.

El truco del rabito

Para que los plátanos aguanten intactos más tiempo es importante no separarlos nunca del racimo, ya que esto acelera el proceso de maduración. Manteniéndolos todos juntos, madurarán más despacio. Un truco para alargar aún más la vida de los plátanos es envolver con papel film de cocina el rabito que une todo el racimo, tanto si se guardan en la nevera como en el armario. 

Mostrar comentarios