Los 5 trucos para poder dormir en verano sin poner el aire acondicionado

El verano está aquí y durante esta época el intenso calor en algunas zonas de España y las llamadas olas de calor dificultan algunos aspectos de nuestra vida diaria. Uno de ellos es el sueño. La temperatura ideal de la habitación es entre los 15 y 20 grados, unas cifras difíciles de alcanzar en la época estival dentro de algunos territorios.

Las altas temperaturas son las culpables de que no logremos alcanzar el sueño muchas noches de verano lo que dificulta nuestro rendimiento durante el día. Se puede acudir al aire acondicionado para evitar que el calor te impida dormir, pero si prefieres evitarlo hay trucos para dormir fresco en verano.

1.Método egipcio

Es uno de los trucos más tradicionales en verano. Consiste en mojar una toalla o sábana y luego ponerla en la lavadora en la modalidad de centrifugado. Cuando esta deje de gotear la puedes colocar encima de ti en la cama. Aunque, también se puede poner frente a una ventana abierta para que de frescor a la habitación.

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2.Cambio de almohada y sábanas

Para el verano, es conveniente tener una almohada de trigo sarraceno o de espuma, ya que estos materiales son más frescos. También existe otro tipo de almohada que puede ayudar: las almohadas de espuma con memoria de gel.

En el caso de las sábanas, existen algunas de materiales como la seda o el algodón que sirven para eliminar la humedad. Al igual que hay sábanas para mantener el calor durante el invierno, existen materiales que favorecen el enfriamiento del cuerpo.

3.Evita las cenas copiosas

Se aconseja cenar platos ligeros y frescos. De esta manera, se ayuda al sistema digestivo a realizar la digestión en un menor tiempo y así el cuerpo se centra en alcanzar el sueño. Tampoco se recomienda ingerir alcohol si tienes dificultades para conciliar el sueño cuando hace calor porque no permite que se alcance la segunda fase del sueño profundo.

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4.Ducha con agua tibia

Antes de meterte en la cama es conveniente ducharse con agua tibia porque ayuda a que el cuerpo se caliente solo. Así, al estar en una habitación con una temperatura más baja que la del propio cuerpo provocará que la corporal baje y te sentirás más cómodo.

5.Refrescar el cuerpo

Si el calor persiste con la ducha, también puedes refrescar ciertos puntos claves del cuerpo. Una opción es hacerlo con toallitas húmedas que puedes meter en el congelador y después aplicarla a zonas como el cuello, los codos o las muñecas.