Ciencia e ingeniería espacial confluyen en San Pedro Cultural con la llegada de un trozo del satélite Lisa Pathfinder

Se trata de una pieza del satélite Lisa Pathfinder que se lanzó al espacio el pasado 3 de diciembre, desde la ciudad de Kourou, en la Guayana Francesa, según ha explicado a Europa Press el ingeniero aeronáutico de la ESA, César García Marirrodriga, un palentino que trabaja en este proyecto espacial y que quedó cautivado por el centro San Pedro Cultural.

El Ayuntamiento de Becerril, en colaboración con la Diputación Provincial, la ESA y la Agrupación Astronómica Palentina, han hecho posible que esta pieza recale en este centro.

San Pedro Cultural de un espacio multidisciplinar "mágico" que aúna arquitectural, arte, cultura y astronomía que se puso en marcha tras la recuperación de la iglesia románica de San Pedro, que se encontraba en estado de ruina, gracias al proyecto arquitectónico de Álvaro Gutiérrez, Carlos del Olmo y Juan del Olmo.

Quien visite San Pedro Cultural será recibido por una imponente portada románica y descubrirá un interior "mágico" gracias a un 'estelarium', es decir, una recreación en el techo del templo de las constelaciones que son visibles desde Becerril; un péndulo de Foucault, que muestra la rotación de la tierra; una línea meridiana (la única que funciona en España) y estenopo austral sobre el que se proyecta el sol que entra por una de las ventanas de la iglesia o un estenopo occidental, ubicado en la ventana del antiguo coro, que durante el soslticio de invierno proyecta el sol sobre el ábside e ilumina el nicho estrellado.

Además de vestigios de la época en la que se levantó este templo, como dos lápidas sepulcrales que flanquean el ábside y que datan de finales del siglo XVI o una pila bautismal, recorrer este espacio ayudará a quien lo visite a comprender el universo y el tiempo.

Y ahora, este espacio cultural, al que los arquitectos definen como "un edificio a cielo abierto", contará con una "valiosa" pieza del satélite Lisa Pathfinder, la denominada 'caja de electrodos' (Electrode Housing), que, tal y como ha explicado García Marirrodriga, alberga un cubo de 4 centímetros de lado, hecho de oro y platino y que vuela en suspensión dentro de la caja sin tocar sus paredes.

Y se trata de una pieza original "muy valiosa" porque, tal como ha explicado el ingeniero palentino, "tiene muchas horas de ingeniería y ensayos detrás" y aunque en un principio estaba destinada "a ser de vuelo" dentro del satélite, hubo que hacer unos cambios y se voló otra similar.

Este palentino conoció en 2013 a Carlos del Olmo, quien le contó el proyecto de Becerril de Campos, por lo que decidió conocer en primera personas dicho proyecto y quedó "impresionado por la idea y la realización" de San Pedro Cultural y ya entonces manifestó su intención de contribuir a dicho proyecto "con un trocito del satélite" en el que trabaja.

Y es que para César García Marirrodriga "San Pedro explica a la gente la ciencia experimental más antigua, la astronomía, de manera muy cercana e intuitiva" y ha definido este espacio multicultural como "La Olmeda del siglo XXI" (La Olmeda es una villa romana que se puede datar a finales del siglo I o principios del II, en época Flavia, y que se encuentra en el municipio palentino de Pedrosa de la Vega).

Este palentino ha reconocido que para él y para la ESA es "un orgullo poder acercar la ciencia y la ingeniería a la gente, y particularmente a los niños y a los jóvenes".

Institutos y empresas de siete países, entre ellos España, y la propia ESA han contribuido al desarrollo del instrumentos principal del Lisa Pathfinder, además de que las operaciones científicas se llevan a cabo desde el centro de la ESA en Villanueva de la Cañada, donde un equipo de ingenieros y científicos preparan y validan los experimentos que están siendo llevados a cabo por este satélite a 1,5 millones de la tierra.

Las instrucciones al satélite y los datos enviados por Lisa pasan por la gran antena de espacio profunda situada en la localidad abulense de Cebreros.

Una ruinosa iglesia, destinada a morir por el paso del tiempo y su estado de abandono, ha dado paso a un espacio cultural que es todo un aula de astronomía que merece la pena conocer y donde, a partir de este sábado, se verá enriquecida con una pieza de ingeniería espacial que, aunque sea en una milésima parte, tiene firma palentina.