En las grandes ciudades

El piso turístico se une a la recuperación del inmobiliario gracias a las vacunas

El fin de las restricciones ha dado alas al alquiler vacacional, uno de los ámbitos más golpeados por la crisis sanitaria y que provocó un cambio de modelo para los propietarios. Ahora, hasta un 60% han regresado.

Un piso turístico de la Gran Via de Barcelona
El piso turístico se une a la recuperación del inmobiliario gracias a las vacunas
Europa Press - Archivo

El vendaval del coronavirus golpeó con especial dureza a todo el inmobiliario. Con las excepciones del residencial o el que acogiera locales de actividades esenciales, que por motivos obvios continuaron manteniendo a sus propietarios o sus clientes, uno de los ámbitos que más experimentó la dureza de la consecuencias de la crisis sanitaria fue el turístico. Y no solo los hoteles. El piso turístico, un modelo envuelto en polémica pero que estaba avalado por su éxito, se vio de repente sin usuarios que llenaran sus alojamientos. Incluso se apuntó a la posibilidad de que se mantuviera de manera residual. Ahora, tras la llegada de las vacunas, este sector ha empezado a recuperarse y cerca del 60% de la oferta ha vuelto a estar disponible.

Este fenómeno se está dando en las grandes ciudades que acumulaban gran parte de los activos destinados a este fin, según los datos analizados por la Asociación Española del Personal Shopper inmobiliario a los que ha tenido acceso La Información. Esto ha supuesto que se haya empezado a revertir la tendencia inicial provocada por la pandemia, por la que numerosos propietarios de estos pisos acabaron pasándose al arrendamiento de larga duración para intentar mantener parte de sus ingresos. Las estimaciones iniciales en plena vorágine del virus es que era muy difícil que pudieran recuperarse de algo así, dado que no había una fecha prevista para un vuelco inmediato a la situación del turismo. El punto de inflexión ha estado en el fin de las restricciones en todo el territorio nacional. Algo permitido por la elevada tasa de inmunización.

Como señala este análisis, basado en los datos propios de estos profesionales y de los portales inmobiliarios recopilados para su estudio, la oferta se está reactivando gracias a que los dueños están recibiendo cada vez más solicitudes de oferta. Esa vuelta al piso turístico la están impulsando aquellos que ya tenían uno, y que lo han sacado del alquiler de largo plazo para que vuelva a estar disponible para los turistas que quieran utilizarlo un fin de semana, unos días o una corta temporada vacacional. Los puntos de interés son Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla, que aglutinan la mayor parte de activos por ser de las que más visitantes reciben históricamente. Circunstancia que están volviendo a disfrutar por la apertura total de España, que permite la entrada de cualquier persona si estos disponen de pasaporte de vacunación y no proceden de países con incidencia elevada.

"El movimiento masivo de turistas ya ha empezado a notarse. Lo que hemos detectado es que quien se pasó al alquiler de larga duración está regresando al turístico o al de temporada. La mayoría solo tomaron esa decisión por lo que suponía la pandemia", explica Montse Moreno, vicepresidenta de la AEPSI. Como explica esta agente inmobiliaria, tanto los propietarios como los que quieren visitar otros países o ciudades españolas "han asumido que hay que convivir con el virus una vez que han pasado los peores momentos". "Hay mayor movimiento entre países, por suerte para todos. Además, hay que recordar que suele ser más económico vivir o pasar las vacaciones aquí", apunta Moreno.

La reactivación no es plena por el momento por dos motivos. Por un lado, están los que no confiaban en una mejora de la situación y colocaron su antigua vivienda turística en el mercado de arrendamiento de larga duración. "Los hay que quieren dar marcha atrás, pero por la duración de los contratos están atrapados y no pueden hacerlo", señala Montse Moreno. Junto a ellos están los que no se fían del todo de la mejoría ni de las buenas previsiones. "Al menos dos de cada diez de los que tenían vivienda turística han optado por seguir en el residencial de manera indefinida", dice la responsable de la AEPSI, que añade que este perfil de propietario "prefiere garantizarse los ingresos" de alguna manera a jugársela de nuevo por si se regresa a las restricciones. 

La recuperación de la oferta que ya estaba disponible antes del impacto del coronavirus no significa que vaya a aumentar el número de pisos turísticos próximamente. Esto se explica con las regulaciones de los últimos años, que han limitado el incremento de las licencias debido a las quejas de las comunidades de vecinos y de otros actores que se dedican a lo mismo, como son los hoteles. Todos ellos coinciden en acusar a este ámbito de provocar las subidas de los precios del alquiler tradicional. "Hay que analizar mercado por mercado para llegar a decir eso. No es lo mismo un barrio céntrico que otro que no lo es, ni una gran ciudad turística que otra que puede estar en auge", señala Montse Moreno, que asume que "no hay previsión de que se vayan a dar más licencias".

Uno de los mercados donde no podrá incrementarse más la oferta (salvo que regresen los que ya estaban inmersos en la misma) es Barcelona, donde "directamente no hay licencias". Aun así, la AEPSI señala que L'Eixample, Gràcia y Poble Nou son las zonas residenciales que más están despertando para ofrecerse a los turistas. Madrid está en un proceso de cambios de ordenanza, por la que solo se autorizarán las viviendas para turistas que estén en plantas bajas o tengan una entrada independiente. Lo que la igualará a San Sebastián, que ya tomó ese camino años antes. Por eso, los expertos consultados señalan que Málaga y Sevilla son las zonas del país con mayor atractiva por existir más apertura en este sentido. De cara al futuro, los pequeños propietarios serán los que mantengan el protagonismo. Los fondos todavía no se han decidido a sumarse.

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