Así lo ha expresado en el acto inaugural del año conmemorativo 'Espartinas, nexo de unión entre Oriente y Occidente', que se ha celebrado en el santuario de Nuestra Señora de Loreto, y con el que se rememora el cuarto centenario de la llegada a la localidad sevillana de la misión diplomática japonesa encabezada por el embajador Hasekura Tsunenaga, según un comunicado de la Diputación.
Al encuentro han acudido también el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández; la alcaldesa de Espartinas, Olga Hervas; el agregado Cultural en España de la Embajada, Akira Susuki; el guardián del monasterio de Nuestra Señora de Loreto, Fray Joaquín Domínguez, y el delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Sevilla, Manuel González, entre otras autoridades.
En referencia al monasterio, Villalobos ha expresado que el santuario "es foco de atracción del turismo religioso, puesto que la devoción a la Virgen de Loreto es una de las más antiguas y arraigadas de toda Andalucía". En alusión a la transformación arquitectónica que ha experimentado el monumento, el mandatario provincial ha añadido que "se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos y aprovechar todo su potencial turístico".
Asimismo, Villalobos ha elogiado el trabajo de Espartinas porque "ha sabido articular todo un producto que gira en torno a un elemento histórico y artístico muy singular" y ha asegurado que este año de celebraciones y actividades del cuarto centenario de la larga estancia del embajador Hasekura "impulsará el conocimiento de nuestra historia y, sobre todo, promoverá las visitas a nuestro territorio en el mercado internacional".
Este acontecimiento data del año 1613 cuando la Embajada Keicho, con el samurái Hasekura Tsenenaga a la cabeza, partió de Japón en octubre de ese año con destino a España con el propósito de establecer lazos diplomáticos en Europa y México. Un año más tarde llega a Sevilla y tras diversas gestiones en la Corte de España y de visitar Roma para entrevistarse con el Papa, regresa a la capital hispalense con la idea de partir hacia su país.
En el camino de vuelta, la expedición realiza la que iba a ser una breve parada en Espartinas. La estancia allí, que en un principio era temporal, se convierte en otra más larga de un año, convirtiendo al municipio aljarafeño en el lugar español y europeo donde la Embajada Keicho permaneció durante más tiempo.
El monasterio de Loreto y la Hacienda de Mejina fueron los lugares donde se instaló y frecuentó la embajada nipona. El santuario de Nuestra Señora de Loreto es un conjunto monumental, emblemático de la comarca del Aljarafe, que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
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