UN NUEVO ESTUDIO INDICA QUE LOS SEÍSMOS DE VINAROZ DE 2013 SE DEBIERON A LA INYECCIÓN DE GAS POR EL PROYECTO CASTOR

Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) confirmó que los cientos de seísmos que tuvieron lugar en el entorno de Vinaroz (Castellón) en septiembre de 2013 se tuvieron su origen en la inyección de gas asociada al desarrollo del proyecto Castor, paralizado dos semana después debido a la polémica que se generó.
El trabajo refuerza las tesis que aportó el pasado mes de mayo el Massachussetts Institute of Technology (MIT) y la Universidad de Harvard, que relacionaron los temblores con la inyección del gas.
Según las expertas del Grupo de Investigación en Ingeniería Sísmica de la ETSI de Topografía, Geodesia y Cartografía de la UPM, Sandra Ruiz y Belén Benito, “el inicio de las operaciones de inyección de gas vino acompañado de un notable aumento de la tasa de sismos en las proximidades del almacén submarino, que se situaba en una de las zonas con más baja sismicidad de la Comunidad Valenciana”.
El objetivo del trabajo era identificar variaciones en diferentes parámetros sísmicos que permiten describir la sismicidad antes y después de la inyección de gas, así como los cambios que esta inyección pudo causar en el patrón sísmico en la zona.
“También tratamos de encontrar indicadores que permitan predecir la evolución de la sismicidad asociada a este tipo de operaciones, a fin de garantizar la seguridad de la población”, explicaron.
Publicado en la revista Scientific Report (del grupo Nature), el estudio revela evidencias claras de cambios en el patrón de sismicidad antes y después de la inyección de gas, con dos grupos de temblores con orígenes distintos.
“La primera parte de la serie sísmica está directamente relacionada con los esfuerzos inducidos por las operaciones de inyección en la plataforma Castor (sismicidad inducida), mientras que la segunda parte se asocia a la posible activación de una falla próxima debido a los cambios de esfuerzos locales como consecuencia del aumento de la presión de poros (sismicidad disparada)”, explicaron las investigadoras.
Los resultados, obtenidos a partir de datos exclusivamente públicos registrados por la red sísmica del Instituto Geográfico Nacional, radica en que pueden predecir la evolución de una serie sísmica y detectar posibles cambios de “sismicidad inducida” hacia “sismicidad disparada” de origen tectónico.
En la actualidad, el debate sobre el proyecto Castor sigue abierto. Un reciente informe publicado por el MIT y la Universidad de Harvard indica que la inyección de gas desencadenó los sismos que, tras ser sentidos por la población, hicieron que cesaran las actividades en la plataforma.
En estos momentos, el proyecto está en estado de hibernación y el ministro de Industria ha declarado que la plataforma no volverá a funcionar y que se realizarán nuevos estudios antes de desmantelar el almacén para asegurar que la situación no vuelva a repetirse.

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