Los veteranos kurdos regresan al frente de batalla en Irak

  • Su amplia experiencia es un valor del que no se puede prescindir en la lucha contra los yihadistas. Consciente de ello, el Gobierno del Kurdistán iraquí ha recurrido a miles de veteranos combatientes, incluso mayores de 60 años, para reforzar sus filas.

Yaser Yunes

Mosul (Irak), 26 sep.- Su amplia experiencia es un valor del que no se puede prescindir en la lucha contra los yihadistas. Consciente de ello, el Gobierno del Kurdistán iraquí ha recurrido a miles de veteranos combatientes, incluso mayores de 60 años, para reforzar sus filas.

Estos efectivos jubilados del Ejército kurdo son destacados en las primeras líneas del frente de batalla para combatir al grupo radical Estado Islámico (EI) en la provincia de Nínive, cuya capital Mosul está en manos de los yihadistas desde el pasado junio.

Con un fusil "kalashnikov" en mano, el veterano Jalil al Sharfani, de 58 años, está desplegado junto a un grupo de camaradas en una línea defensiva a unos 19 kilómetros al norte de Mosul.

Aunque podría parecer que la vida militar es difícil para las personas de avanzada edad, Al Sharfani se ve muy bien integrado y siente que sus recuerdos, tras varios años de jubilación, se han convertido en realidad.

"Hemos perdido muchas vidas en la defensa de Irak y el Kurdistán y estamos tristes por lo que ha sucedido en Mosul y Tikrit, por eso combatimos a los yihadistas con más entusiasmo y con la moral alta, tal y como lo hacíamos en el pasado por el Kurdistán", dijo a Efe el militar.

Para este veterano, las fuerzas kurdas "peshmergas" luchan ahora "en representación de todo el mundo, porque el EI es una horda de bárbaros que ha destruido ciudades, derramado sangre y no representa al islam".

Su anterior vida castrense comenzó a finales de la década de los sesenta, cuando era un adolescente de apenas 14 años. Entonces empuñó un fusil para participar en las rebeliones kurdas contra el fenecido régimen iraquí del Partido al Baaz para obtener la libertad.

Abandonó las fuerzas kurdas cuando la situación se estabilizó en el año 2003, tras la caída del dictador Sadam Husein. Once años después ha vuelto a tomar las armas para "combatir al EI y defender a Irak y al Kurdistán", afirmó Al Sharfani.

Él y sus compañeros se han enrolado respondiendo al llamamiento del presidente del Kurdistán, Masud Barazani, que invocó su gran experiencia bélica para frenar al EI, que amenazaba esa región autónoma tras la desbandada de los soldados del Ejército iraquí.

Un alto mando militar de los "peshmergas", el general Abdel Rahman Kourini, explicó a Efe que los veteranos están "muy bien adiestrados en la guerra de guerrillas".

"Los combatientes jóvenes ganarán una gran experiencia con ellos, ya que participaron en la movimientos de liberación kurdos en los años sesenta, setenta y ochenta", agregó.

Kourini, en activo desde 1976, destacó que lucharon como voluntarios varias décadas sin recibir nada a cambio, y con la actual situación querían volver al frente.

Los "peshmergas" están combatiendo al EI en la mitad norte del país junto al Ejército iraquí y respaldados por bombardeos de la aviación estadounidense desde el pasado agosto y nuevas armas suministradas por otros países.

Al comienzo de la ofensiva yihadista, estas fuerzas perdieron territorios que estaban bajo su protección en Nínive, habitados en su mayoría por cristianos, yazidíes y kurdos.

Según Al Sharfani, este fracaso inicial se debió a la falta de armas de que disponían, ya que el gobierno del entonces primer ministro iraquí Nuri al Maliki se negaba a suministrarles.

Este veterano se ha reencontrado en el frente de batalla con algunos de sus camaradas, a los que no veía desde su retiro.

Uno de ellos es Ahmed Mohamed Bashli. "Después de más de once años hemos vuelto a luchar juntos por la madre patria: el Kurdistán e Irak", dijo a Efe.

"Nuestra enorme experiencia militar nos ha reunido para combatir al enemigo de la humanidad, que -denunció- sólo perpetra crímenes contra todos los pueblos de Irak y Siria".

Apenas concluya la guerra, los veteranos retornarán de nuevo a sus trabajos y rutinas y, según Bashli, lo que están viviendo ahora "quedará relegado a los recuerdos".

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