La crisis se lleva 23.000 millones del ladrillo español

  • El valor en bolsa de las mayores inmobiliarias sigue cuesta abajo y esta semana se ha situado ya por debajo de los 2.000 millones de euros, 23.700 millones menos que en 2006, el último año completo antes de la crisis. La semana que viene se cumplen tres ejercicios desde que el desastre de Inmobiliaria Colonial certificó el pinchazo definitivo de la burbuja inmobiliaria.
El precio del suelo agudiza su descenso
El precio del suelo agudiza su descenso
E.Utrera

El 28 de diciembre de 2007, día de los inocentes, Inmobiliaria Colonial saltaba por los aires. Ese día dimitía su presidente Luis Portillo, definitivamente desaparecido en combate por culpa de un endeudamiento tan brutal como insostenible. Su caída arrastró al resto del sector, en un efecto dominó sin precedente.

Por lo tanto, hace tres años se certificaba la defunción del sector inmobiliario en bolsa, que había emprendido un camino sin retorno ocho meses antes, cuando Astroc, el gran icono de la burbuja, se derrumbó en bolsa y abrió los ojos a los españoles: el modelo de crecimiento salvaje del ladrillo español tenía los pies de barro.

Más de 1.000 días después, el sector inmobiliario sigue convertido en una sombra en bolsa. El viernes pasado, Reyal Urbis perdió un 8,7%, Colonial un 8,5% Quabit un 5,15% y Metrovacesa un 2,11%. Sólo Realia –que repitió cambio- y Renta Corporación –con un mínimo avance- se salvaron de la quema.

Las cifras sólo son un suma y sigue en otro año catastrófico para el sector y muy especialmente para las tres empresas más voraces durante los años del boom: Colonial pierde un 65% en lo que va de año, Metrovacesa un 63% y Reyal Urbis un 53%.

Así afronta el cierre del año un sector que al cierre del ejercicio 2006, el último completo antes del comienzo de la crisis, valía en bolsa 25.700 millones de euros. Desde entonces, las seis empresas mencionadas se han dejado en el camino 23.700 millones de euros.

La cifra equivale, por ejemplo, al importe total de las operaciones realizadas con tarjetas en el segundo trimestre del año en España, o al déficit público en términos de caja que el Estado español acumulaba hasta el pasado mes de mayo.

Foto desoladora

Hoy, la foto del sector tras el tsunami no puede ser más desoladora. Las seis grandes inmobiliarias cotizadas valen en bolsa 1.991 millones de euros. La cifra, ridícula, lo sería bastante más si Colonial, que cubre la mitad, no hubiera realizado en junio una gran ampliación de capital.

Ninguna otra inmobiliaria vale más de 500 millones de euros y sólo una, Realia, ha presentado beneficios en el tercer trimestre del año. El caso más llamativo es el de Metrovacesa. El grupo, que llegó a valer más de 13.000 millones de euros cuando terminó 2006, hoy apenas vale 387 millones, está asfixiada por la deuda y negocia desde hace meses una refinanciación durísima que tiene divididos a sus accionistas y acreedores.

El futuro tampoco es nada halagüeño. Lastradas por la caída de las ventas y de los precios de las casas y por unos niveles de deuda que van a forzar nuevas refinanciaciones en 2011, ningún analista espera que las inmobiliarias cotizadas remonten el vuelo en bolsa el año que viene.

Sin apenas liquidez y con un valor de mercado conjunto que sólo le daría para el puesto número 31 del Ibex 35, lo que queda del sector se enfrenta a otro año duro en los mercados.

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