Sacyr planta a Brufau pero pide por carta cambiar el Plan Estratégico

  • La constructora justificó su asencia al Consejo Extraordinario en que consideraba improcedente la convocatoria de la reunión. Lo dejó dicho por escrito en una misiva en la que también dejaba ver su condena a la dirección actual.
Ruth Ugalde

Por unanimidad, el consejo de Sacyr aprobó el jueves abstenerse de acudir a la reunión extraordinaria convocada por Antonio Brufau, presidente de Repsol YPF para ayer viernes. No obstante, la constructora, primer accionista de la petrolera con un 20,01% del capital, compensó la ausencia de sus tres representantes (Juan Abelló, Luis del Rivero y José Manuel Loureda) con el envío de una dura misiva.

En esta carta, la constructora justificaba su ausencia en el hecho de que considera improcedente la convocatoria del Consejo de Administración Extraordinario, cuyo único motivo de ser era refrendar tanto la gestión de Brufau, como su cargo y el grado de cumplimiento del Plan Estratégico. Tres puntos que Sacyr no está dispuesta a apoyar.

Al contrario, la compañía presidida por Luis del Rivero aprovechó la oportunidad para volver a demostrar su oposición a Brufau y al plan de negocio de la compañía, que ha vuelto a pedir que se revise, con el objetivo de reducir las inversiones, garantizar la caja de la petrolera y, por ende, el dividendo que percibe Sacyr como primer accionista.

La Caixa tampoco puso su firma a la redacción inicial del orden del día, que incluyó un sibilino, pero estudiado, cambio en los puntos que se sometieron a votación, según han asegurado a lainformacion.com fuentes implicadas.

En la convocatoria inicial se leía "ratificación de la gestión del presidente ejecutivo y confirmación en su cargo", texto que fue cambiado por "ratificar la gestión del presidente ejecutivo y confirmarle plenamente en sus funciones".

Detrás de esta ligera modificación se esconde un importante matiz: La Caixa no confirma a Brufau en su cargo presidencial. Entre otros motivos, porque sabe que Sacyr no cejará en su empeño de nombrar un nuevo mandatario y la entidad catalana debe hacer equilibrios entre ambas partes, para terminar consensuando con la constructora el nombre del nuevo presidente.

Además, ambas compañías comparten el interés por embolsarse el máximo dividendo posible con Repsol, unos jugosos ingresos que puede utilizar para tapar otros agujeros. Sin embargo, estas ambiciones chocan frontalmente con el Plan Estratégico de la petrolera y sus multimillonarias inversiones, como pudo comprobarse el pasado mes de noviembre, cuando Brufau propuso, y consiguió, sacar adelante,un recorte de la retribución al accionista del 19%.

A cambio, Sacyr pidió elevar el reparto del dividendo complementario, que previsiblemente se aprobará el próximo mes de febrero, para equilibrar este menor ingreso, además de que volvió a pedir un cambio en la gestión,que incluya un recorte de las inversiones, actualmente cifradas en33.000 millones de dólares (22.0000 millones de euros), y un aumento delas desinversiones.

Este discurso lo volvió a defender el viernes, en la carta que envió al Consejo de Repsol. Con una importante diferencia: en esta ocasión prefirió no escenificar falsos consensos y, antes de votar algo a lo que se opone, como ya hizo en noviembre, prefirió dar la callada por respuesta... y si alguno no pillaba la indirecta, explicárselo por escrito para que ya no quede ninguna duda: Sacyr no quiere a Brufau, ni su Plan Estratégico.

Si la petrolera aspira a seguir con la gestión actual, va a necesitar encontrar un comprador para el 20,01% de la constructora. Y no vale cualquier, debe estar dispuesto a pagar un 52% más de los 18,38 euros en que cerró el viernes.

Mostrar comentarios