El consejo de administración de Catalunya Caixa ha aprobado pedir al Fondo de Rescate los 1.718 millones que necesita para cumplir los nuevos requisitos de solvencia.
Esta inyección de dinero, sumada a la reciente venta de la participación que tenía en Repsol, permitirá a la entidad alcanzar un ratio de capital del 10,4%.
A pesar de ser la primera entidad en recurrir al Estado para poder sobrevivir con las nuevas reglas impuestas por el Gobierno el pasado mes de febrero, Catalunya Caixa ha esquivado la nacionalización.
El decreto aprobado por el Ministerio de Economía contempla que las entidades que negociaron nuevas inyecciones del FROB antes del pasado 31 de diciembre, podrán recibir más ayudas públicas sin ser nacionalizadas.
Las dos fusiones de cajas catalanas, Unnim y Catalunya Caixa, son las únicas que cumplen este requisito. Las gallegas han intentado recurrir a la misma solución, aunque parece complicado que lo consigan, ya que no habían negociado nuevas inyecciones de dinero público dentro del plazo descrito.
Transformación en banco
A pesar de recurrir al FROB, Catalunya Caixa sigue adelante con sus planes de convertirse en un banco y dar entrada en su capital a socios privados, que sustituyan al FROB en el medio plazo.
Los 1.718 millones que pedirá el lunes al Banco de España, y que se sumarán a los 1.250 millones que ya había recibido, los percibirá tras una emisión de participaciones convertibles, que adquirirá el Estado.
La entidad contará con un plazo de diez años para devolver este dinero, aunque su objetivo es hacerlo mucho antes. Para eso, negociará con socios privados que sustituyan al FROB.
Entre las fórmulas de capitalización privada que contempla, está la entrada de los empleados en el capital, la emisión entre clientes de deuda convertible en acciones, la combinación de negocios con otras entidades financieras o la entrada de inversores privados una vez se haya transformado en banco.
En cambio, CatalunyaCaixa no prevé salir a bolsa, al menos, durante los próximos 12 meses, por considerarlo "poco adecuado en el actual contexto de fuerte penalización de la valoración de las entidades financieras".
Con la decisión de recurrir al FROB, Catalunya Caixa pone por delante el deseo de seguir siendo una caja catalana que la posibilidad de integrarse con otros grupos de otras comunidades, aunque para ello deba pagar el peaje de tener que dar entrada al Estado.
La decisión aprobada hoy por el consejo parece echar definitivamente por tierra los planes de fusión con Banco Sabadell, una operación bendecida por el nuevo Gobierno catalán de Artur Mas.
La otra fusión de cajas catalana, Unnim, en cambio, está negociando la posibilidad de integrarse con alguna otra entidad, entre las que destaca Banca Cívica.
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