El banco malo ni se plantea colaborar en viviendas sociales para desahuciados

    • Sareb, la sociedad que indirectamente más ayudas públicas recibirá para sostener el sistema financiero, no contempla participar en el Fondo de Alquiler Social.
    • Argumenta que no es un banco y que el perfil de sus activos, con un valor neto contable superior a 100.000 euros, queda fuera de la vivienda social.
El "banco malo" confía en sumar más inversores y no tirar los precios
El "banco malo" confía en sumar más inversores y no tirar los precios
Ruth Ugalde

"No se contempla que nosotros participemos". Así de tajante se muestra Belén Romana, presidenta de Sareb, más conocido como el banco malo, cuando se le pregunta sobre la posible colaboración de esta sociedad con el Fondo de Alquiler Social que está promoviendo el Ministerio de Economía.

Uno de los principales argumentos que esgrime para justificar su exclusión es que el perfil de los activos que poseerá el banco malo dista mucho de lo que se considera vivienda social, ya que éstos tendrán un valor neto contable mínimo de 100.000 euros (lo que trasladado a precio de mercado puede rondar los 200.000 euros por inmueble).

La otra justificación que da es que su principal objetivo es "maximizar la inversión de los accionistas" y éstos, además del Estado, que a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) posee el 45% del capital, son bancos y aseguradoras privadas, que se han hecho con el 55% del capital a cambio de obtener una rentabilidad media anual del 15%, listón imposible de conseguir con vivienda sociales.

Estos argumentos chocan con aquellas voces que han pedido que el banco malo colabore en solucionar parte del drama social de los desahucios, ya que, al fin y al cabo, esta sociedad se ha creado gracias a los 40.000 millones de euros que Bruselas ha prestado a España para salvar a la banca nacionalizada -Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco y Banco de Valencia- y cuyo coste recae sobre las espaldas de todos los españoles vía déficit y deuda pública.

Suma y sigue, porque para febrero de 2013, Romana prevé tener cerrada también la segunda inyección de activos, procedente de aquellos bancos a los que el Estado recapitalizará ante la imposibilidad de éstos de hacerlo por sí mismos, como son Ceiss (el fruto de la fusión de Caja España y Duero), BMN, Liberbank y Caja3.

Para ellos, el ministro de Economía Luis de Guindos ha estimado una nueva inyección de capital que oscilará entre 1.500 y 2.000 millones. Con el traspaso de sus créditos y viviendas a Sareb, el volumen total que gestionará esta sociedad ascenderá a 55.000 millones.

El más claro ejemplo de que Sareb nace como sociedad sostenida por la ayuda pública es que la retribución de sus directivos está sujeta a las mismas limitaciones que el Gobierno ha impuesto a aquellos bancos a los que ha prestado dinero, sin llegar a nacionalizarlos.

Esto significa que tanto Romana como el resto de la cúpula del banco malo no podrán ganar más de 500.000 euros anuales y un variable que podrá representar hasta el 50% de esta cantidad; mientras que los consejeros tendrán limitadas sus prebendas a 100.000 euros anuales.

Limitaciones al dividendo y al precio

Las 14 entidades y aseguradoras que han accedido a participar en Sareb representan a la flor y nata del sector financiero español, con la única excepción de BBVA. Romana ha declinado valorar la negativa de la entidad presidida por Francisco González a entrar en el proyecto y se ha limitado a agradecer al resto del sector su confianza.

Éste espera recuperar su inversión con la venta de los activos del banco y también vía dividendo, aunque esta segunda fuente de ingresos tiene una serie de limitaciones para su cobro, según ha reconocido la presidenta del banco malo, sin llegar a detallar cuáles son.

En cambio, ha sido más explícita a la hora de explicar por qué confía en conseguir sacar una gran rentabilidad al proyecto: "tenemos tiempo suficiente para adaptarnos a los largos ciclos del negocio inmobiliario", ha dicho. Además, ha incidido en la idea de que las ventas de activos se irá realizando adaptándose a la situación de cada momento.

En esta línea de intentar obtener el máximo beneficio, ha asegurado que su objetivo no es reventar el mercado tirando abajo los precios, y eso que Sareb se ha hecho con los créditos, suelos, promociones y pisos de la banca con un descuento medio superior al 50%.

No obstante, dos tercios de la cartera son préstamos y apenas un tercio son activos inmobiliarios, primera nota de corte que hace que apenas vayan a cerrarse operaciones con particulares y que la labor de Sareb vaya a centrarse en los inversores mayoristas, fundamentalmente fondos.

Por último, Romana ha reconocido que, en una primera fase, serán las propias entidades las que gestionarán estos activos, a cambio de unas comisiones, hasta que el banco malo tenga constituida toda su plantilla. Sin embargo, descarta que ésta vaya a nutrirse de profesionales procedentes de los bancos.

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