El expresidente francés Nicolas Sarkozy será juzgado por la presunta financiación ilegal de su campaña para las elecciones de 2012 en el marco del llamado 'caso Bygmalion', según fuentes judiciales citadas por la cadena de televisión BFMTV.
El juez Serge Tournaire, encargado del caso, ha ordenado procesar a Sarkozy y los otros trece implicados en la investigación sobre los gastos de campaña en 2012 y las facturas falsas emitidas por la firma Bygmalion, encargada de organizar los actos electorales la ya extinta Unión por un Movimiento Popular (UMP).
En concreto, se reprocha a Sarkozy haber superado el tope de gasto electoral en campaña, fijado en 22,5 millones de euros entonces. Se cree que se gastaron al menos 42,8 millones en la campaña. Para ello se cruzaron facturas falsas por valor de unos 18 millones de euros.
Sarkozy, que perdió aquellas elecciones frente al socialista François Hollande, ha intentado sin éxito ser el candidato de la derecha para las presidenciales de este año, pero quedó tercero en las primarias.
Los magistrados creen que los encargados de organizar la campaña crearon un sistema fraudulento para que el partido no sobrepasase el límite de gasto fijado por ley. Sarkozy fue imputado en 2015 por estos hechos pero el caso saltó a las medios un año antes. Aseguró que desconocía este exceso de gasto.
Nicolas Sarkozy ya vio manchado su nombre hace unas semanas cuando Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, fue acusada de negligencia por facilitar que la justicia francesa indemnizase a un amigo de Sarkozy. En ese momento Lagarde era ministra de Economía francesa y Sarkozy presidente. El empresario amigo de Sarkozy financió parte de su campaña.Los Republicanos, en horas bajas
No es el único escándalo judicial en el que está inmersa la derecha francesa. El actual candidato de Los Republicanos para las elecciones de 2017, François Fillon, ex primer ministro bajo en mandato de el propio Sarkozy (2007-2012), ha visto mermadas sus posibilidades de llegar al Elíseo tras el conocido como 'Penelopegate'.
Este es el nombre que han dado los medios franceses a los cobros que recibió Penelope Fillon, mujer del candidato de Los Republicanos, por supuestos trabajos ficticios. Habría ganado 900.000 euros por esos contratos. François Fillon ha pedido perdón, pero dijo que piensa seguir peleando por ganar las elecciones.
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