El quiero y no puedo de Trump en sus primeros cien días como Presidente

  • Este sábado se cumplen los cien primeros días de Trump como presidente. Sus fracasos con el Obamacare y el muro le han hecho potenciar su política exterior.

    Trump envía al Congreso la mayor rebaja de impuestos de la historia con la que pretende reducir del 35% al 15% el impuesto de Sociedades.

    Así están siendo los primeros 100 días de Trump en la Casa Blanca

El quiero y no puedo de Trump en sus primeros cien días como Presidente
El quiero y no puedo de Trump en sus primeros cien días como Presidente

Aunque los 100 primeros días de la presidencia de un mandato equivale a solo el 6% del total de los cuatro años, desde hace décadas se utilizan como termómetro para evaluar la capacidad o incapacidad de un mandatario. El presidente de EEUU, Donald Trump, cumplirá el sábado los 100 días con una mezcla de incertidumbre, cambios de timón e imprevisibilidad.

Durante su campaña, abrazó el concepto de los 100 días como su primera meta para demostrar que sería capaz de deshacer todo el legado de su predecesor, Barack Obama. El Obamacare, el muro, su millonario plan de infraestructuras... fueron algunas de sus promesas que se han topado con el rechazo del Congreso, del poder judicial o de la sociedad civil. 

El inquilino de la Casa Blanca suele ser evaluado por el éxito de sus primeros 100 días. Obama aprovechó su “luna de miel” para aprobar un paquete de estímulo de 787.000 millones de dólares. Durante sus primeros tres meses, George W Bush logró aprobar un plan de reducción de impuestos, que eventualmente se volvió ley en junio y, por su parte, Bill Clinton logró aprobar el acta de cuidado médico y familia.

Con ello, lograron que su aprobación se disparara. Obama alcanzó el 69% de aprobación, mientras que la de Bush alcanzó un 63% y Clinton, un 59%, según la última encuesta de Washington Post. A diferencia de sus antecesores, el Presidente Donald Trump se ha convertido en uno de los mandatarios peor evaluados. A día de hoy, solo el 42% de los estadounidenses le apoya, una cifra relativamente baja que le convierte en el presidente estadounidense peor valorado de los últimos once años en este período de tiempo.

Si algo han caracterizado el primer trimestre de Donald Trump son sus dificultades para tomar decisiones y por el momento, su incapacidad para formar un gobierno al uso. Empezó su mandato firmando una dura orden contra los inmigrantes y musulmanes que sembró la confusión en el país, y terminó bloqueada en los tribunales.

Quería cerrar la frontera a los ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, durante 90 días y a todos los refugiados durante 120 días. Las críticas de la sociedad civil y los magistrados paralizaron su ejecución y ahora será una Corte Federal quien decida.

También prometió levantar el muro con la frontera de México, otra polémica medida que también se ha encontrado con la negativa del Congreso y algunos miembros de su propio partido. Trump exigió que en el Presupuesto se incluyeran fondos para empezar a construir la valla pero, nuevamente, al igual que con su reforma sanitaria perdió el pulso. La amenaza de shutdown, ha impedido que la idea avance por el momento. Los pocos avances de Trump solo los ha logrado a golpe de decreto.

Sus cien primeros días también han estado marcados por los problemas de su entorno más cercano, acusado de haberse reunido con altos funcionarios rusos durante la campaña electoral y que ha concluido con la salida del gabinete de uno de sus hombres de confianza, su consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn.

Trump ha seguido en campaña mientras ha ocupado la presidencia. Ha acusado a Obama de pinchar su teléfono y a la prensa de inventar noticias para desprestigiarle.

La inexperiencia del equipo de gobierno ha empezado a notarse durante los primeros cien días. La pérdida de batallas internas obligó a Trump a mirar al exterior, pese a repetir durante la campaña que bajo su presidencia, EEUU dejaría de ser el guardián del mundo. Atacó Yemen, bombardeó una base aérea siria, tomó distancia con Rusia y se acercó a China, país al que había acusado de manipular divisas.

Coincidiendo con sus cien días en el poder, Trump ha anunciado su ambiciosa reforma fiscal. Se trata de la mayor bajada de impuestos de la historia de EEUU que pretende rebajar el impuesto de sociedades del 35% al 15%. Una medida que no convence a los mercados porque consideran que no saldrá adelante. No obstante, sus cien días de gobierno han beneficiado a las bolsas. Desde el 8 de noviembre de 2016, hasta el 26 de abril de 2017, el Dow Jones aumentó un 12,6 %, de 18.322,44 a 20.975,10 puntos.  El S&P 500 aumentó un 10,38 %, de 2.139,56 a 2.387,45. Y, por último, el Nasdaq Composite ganó un 13,7% de valor, de los 5.193,49 a los 6.025,23 puntos. Esto supone importantes ganancias para estos índices desde que llegó Trump.

Trump tiene por delante al menos 45 meses, tiempo suficiente para hacer, deshacer y cambiar de opinión. Y pese a que su índice de aprobación está por los suelos, solo el 4 por ciento de quienes le vitaron se arrepiente, según una encuesta de ABC y del diario The Washington Post.

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