"El Solitario": No temas a la ley, teme al juez que la interpreta

  • Jaime Giménez Arbe, apodado "El Solitario", acusado de atracar un banco en la carretera de Canillas el 7 de febrero de 2007, ha defendido hoy su inocencia en la Audiencia de Madrid y ha citado a Aleksandr Solzhenitsyn: "No temas a la ley, teme al juez que interpreta la ley".

Madrid, 27 feb.- Jaime Giménez Arbe, apodado "El Solitario", acusado de atracar un banco en la carretera de Canillas el 7 de febrero de 2007, ha defendido hoy su inocencia en la Audiencia de Madrid y ha citado a Aleksandr Solzhenitsyn: "No temas a la ley, teme al juez que interpreta la ley".

En el turno de última palabra, el procesado ha citado esta frase del libro "Archipiélago gulag" del escritor ruso Aleksandr Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura en 1970 y ha manifestado: "Lo único que deseo es que ustedes interpreten la ley con justicia y tengan un veredicto justo".

"Nadie me ha acusado de atracar bancos", ha subrayado "El Solitario", antes de denunciar que lleva años sufriendo "irregularidades procesales".

"No niego que sea un expropiador de bancos", ha recalcado Giménez Arbe, quien ha recordado que ya lo definió así en un juicio en el año 2007.

El acusado ha sostenido que ha trabajado a lo largo de toda su vida y, para demostrarlo, ha instado a pedir una hoja laboral al Ministerio de Trabajo, aunque ha matizado que lo ha hecho en negro por voluntad propia con la intención de no pagar a Hacienda, que proporciona los medios para que el Estado exista, contra el que siempre ha luchado.

Ha resaltado que tanto en el domicilio donde vivía como en la nave industrial que él utilizaba, se han intervenido multitud de herramientas para trabajar porque siempre ha sido "un obrero".

"El Solitario" ha señalado que es "una auténtica falsedad" que los agentes de la Policía y de la Guardia Civil dijeran que tenía máquinas para fabricar armas, porque con ellas se dedicaba a "construir".

La Fiscalía ha pedido una pena de quince años y nueve meses de prisión para "El Solitario" por los delitos de robo con violencia, depósito de armas de guerra y falsificación de documento público, con la circunstancia agravante de disfraz.

El Ministerio Fiscal ha reclamado una sentencia condenatoria por considerar que el delito de robo está acreditado por el cotejo de la filmación con lo declarado por los empleados del banco, quienes precisaron que el autor de los hechos llevaba gorra, perilla, un abrigo y una muleta.

La fiscal ha concluido que el acusado cometió el atraco al banco de la carretera de Canillas, a la vista de las pruebas practicadas durante el juicio, en contra de lo que sostuvo Giménez Arbe, que no atracó ningún banco, que éstos deben ser expropiados, que los registros son ilegales y que ha trabajado en España y en el extranjero, sin que exista constancia documental.

El letrado de la acusación particular, que representa a la entidad bancaria que sufrió el atraco, se ha adherido a las conclusiones de la Fiscalía, ha reivindicado el derecho de los empleados de banca a trabajar con seguridad y libertad y ha opinado que el acusado "carece de coartada".

La defensa ha solicitado la libre absolución del procesado por considerar que no hay pruebas suficientes para acreditar que Giménez Arbe perpetró el atraco y porque se le imputan delitos de tenencia ilícita de armas y de falsificación de documento público por los que ya fue condenado.

El abogado del procesado ha destacado que hay "un absoluto vacío probatorio", ya que los testigos no se ponen de acuerdo entre lo que vieron y lo que dejaron de ver, al tiempo que ha sostenido que Giménez Arbe cuenta con imitadores, por lo que no se le pueden atribuir todos los atracos que se hayan producido en el territorio nacional.

"El Solitario" fue detenido el 23 de julio de 2007 en la costera localidad portuguesa de Figueira da Foz después de años de investigación, ya que solía utilizar el mismo "modus operandi" al efectuar los atracos.

A Giménez Arbe, el atracador más famoso de España, se le imputan una treintena de delitos, entre ellos el asesinato de dos guardias civiles en Navarra en 2004, por el que fue condenado a 47 años de prisión.

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