Pedro Sánchez está convencido de que su primer intento de investidura, que se ha iniciado este martes, fracasará y que la única posibilidad que le queda es intentar alcanzar un acuerdo con Podemos. Esa es la vía que pretende explorar a partir del próximo lunes el secretario general del PSOE en búsqueda de un segundo intento de alcanzar la Presidencia del Gobierno.
En el PSOE tienen claro que el lunes, 7 de marzo, se inicia un nuevo tiempo político. Sánchez ha utilizado en su investidura la coletilla de que el cambio es posible "a partir de la próxima semana". Pero el acuerdo es imposible y el líder socialista es consciente de que deberá mantener otros contactos una vez que fracase su primera intentona.
El único pacto posible a partir de entonces es con Podemos, ya que el PP no aceptará ningún acuerdo que no implique a Rajoy como presidente. Y Sánchez está dispuesto a buscarlo desde el mismo lunes. Comenzará, por tanto, un acercamiento a Pablo Iglesias y los suyos con el objetivo de sumar apoyos a su candidatura. "No es lo mismo presentarse con 130 diputados [los que suma Sánchez ahora con Ciudadanos] que con 161", decía ayer gráficamente un destacado barón socialista, presente en la tribuna de invitados durante el discurso.
El objetivo del PSOE es sumar los 90 diputados del PSOE, más los 69 de Podemos (contando a las confluencias, para lo que deberá negociar por separado también con Compromís) y los 2 de IU-Unidad Popular. En total, 161 diputados a favor del sí que podrían acercar a Sánchez aún más a La Moncloa en una posible segunda investidura.
Explorar este acuerdo tendría, eso sí, una contrapartida para Sánchez: Ciudadanos rompería inmediatamente con ellos y, previsiblemente, votaría en contra. Se opondrían a la investidura de Sánchez 122 diputados del PP (además de Gómez de la Serna, ahora en el Grupo Mixto) y los 40 de Ciudadanos. 162 votos en contra, en total.
La clave, por tanto, estaría en las abstenciones. Y ahí ya se han posicionado algunos. Por ejemplo, Carles Puigdemont. El president de la Generalitar ha ofrecido a los 17 diputados de ERC y DiL a Sánchez a cambio de convocar un referéndum para Cataluña. La abstención de los independentistas catalanes podría ser clave en este sentido.
En ambientes politicos se comenta, además, que el Rey no va a proponer a más candidatos a la investidura hasta que no logren cerrar un acuerdo previo. Felipe VI, dicen, no estaría dispuesto a plantear la opción de un nuevo líder sin que antes haya logrado los apoyos necesarios y se mantenga la actual situación de bloqueo.
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