Análisis de 'Juego de tronos' 6x02

  • El segundo capítulo de la sexta temporada de 'Juego de tronos' es probable que alcance el olimpo de muchos fans por el regreso de un personaje querido.

    Pero 'A casa' no ha traído solo ese regreso, también ha dejado píldoras de emoción, muerte y brutalidad, así como el debut de un personaje muy prometedor.

Análisis del capítulo 6x02 de 'Juego de tronos': 'A casa'
Análisis del capítulo 6x02 de 'Juego de tronos': 'A casa'
HBO
Marta S. Ortigosa

[SPOILERS] Como es habitual en los primeros capítulos de cada temporada de 'Juego de tronos', los guionistas ha optado de nuevo por la introducción, lenta pero firme, de las tramas de los personajes, con un carácter más expositivo que activo. Si bien esto no implica pasividad en el actuar de sus protagonistas, como ya se demostró en el episodio debut de la sexta temporada y sobre todo en el segundo capítulo, 'A casa', un capítulo en el que cuecen poco a poco las venganzas y planes, pero sobre todo en el que los personajes nos regalan píldoras de emoción, muerte, brutalidad y resurrección.

El director Jeremy Podeswa lleva el mando de un episodio que pasará al olimpo de muchos seguidores por lo que acontece en él, sobre todo por la esperada (y previsible) vuelta a la vida de Jon Nieve a manos de Melisandre. Pocas dudas cabía en que el Lord Comandante volvería a la vida, por mucho que HBO quisiera dejar la duda abierta en el primer episodio y esperara al último momento del segundo para que Jon abriera los ojos. Que Jon resucitara se esperaba, pero la forma en que lo ha hecho... Pasamos de una escena en la que Ser Davos le pregunta a Melisandre si tiene el poder de resucitar y esta decir que no a verla llevar a cabo un ritual sobre el cuerpo de Jon y traerle a la vida. Todo ocurre demasiado rápido. También resulta llamativo que acabes de intentar resucitar a un hombre y que no tengas paciencia para quedarte a ver el resultado. Suponemos que intentaron mantener la tensión y hacer creer que a lo mejor no resucitaba, pero la pregunta que nos formulábamos en nuestra cabeza era más bien cuándo iba a abrir los ojos, no si iba a hacerlo o no. 

Que Jon volvería a dar guerra estaba bastante cristalino. La verdadera pregunta radica en si el bastardo de los Stark será él mismo, si ha perdido esa humanidad y buen corazón que le ha llevado a tener tantos amigos como enemigos o, si por el contrario, será el mismo Jon de siempre.

Esta escena puede considerarse la más esperada por los fans, pero no es la más brutal e impactante que el segundo capítulo de 'Juego de tronos' nos dejó. En fuegos de artificio brutales se merece una mención especial la violenta y enérgica forma de matar del gigante de los salvajes, que agarra a uno de los Hermanos de la Noche y lo estampa contra el muro del Castillo Negro como si estuviera sacudiendo unas sábanas. Tampoco se queda atrás Robert Strong, el 'guardaespaldas' de Cersei, que sin esfuerzo, con una mano, le revienta la cabeza a un pardillo de Desembarco del Rey contra la pared.

Pero si nos ceñimos a las escenas brutales pero trascendentales para el devenir de los acontecimientos, tenemos que saltar a Invernalia, donde gobiernan los Bolton. Si Ramsay siempre ha sido odioso, con lo del nuevo episodio ha alcanzado un nivel superior de sadismo. Joffrey a su lado es un blandengue. El bastardo de los Bolton ha conseguido con sus acciones que nos resulte desagradable y genial a partes iguales.

En esta ocasión, Ramsay no duda en apuñalar a su padre en cuanto se entera de que ha tenido un hijo. Roose le asegura que siempre será su primogénito, pero el marido de Sansa no quiere dejar al destino la posibilidad de que su progenitor cambie de opinión cuando el bebé crezca. En una escena que nos recordó al intento de reconciliación entre Han Solo y su hijo Ben (Kylo Ren) en 'Star Wars: El despertar de la Fuerza', Ramsay abraza a su padre mostrándose cariñoso con él, justo antes de apuñalarle y mandarle al otro mundo. Pero todos sabíamos que su maquiavélica mente no se conformaba con solo quitarse de en medio a Lord Bolton, sino que también iba a ir a por Lady Wanda y su hermanastro. Lo que no sabíamos era el 'modus operandi'. Optó por dejarle la despiadada tarea a sus sabuesos.

No sabemos los planes de Ramsay, pero estas decisiones no creemos que sienten bien por el norte.

La muerte también llegó a las Islas de Hierro. Aunque fue una despedida que no nos removió por dentro. Que muriera Balon Greyjoy en el puente colgante de Pyke a manos de su hermano Euron (Pilou Asbaek) nos dejó un poco igual, pues tampoco era un personaje que se hubiera ganado nuestra estima en sus apariciones. Sí nos dejó con ganas de más el fugaz pero imponente debut en la trama de Euron. Esperemos que con esta aparición los Greyjoy tengan un protagonismo que, por ejemplo, se les ha privado a los Martell. Interesante resultará también ver si Asha Greyjoy convence a la asamblea para ser la primera gobernante de las Islas de Hierro. Sin duda, madera tiene para ello y nos gustaría ver lo que podría hacer estando al mando.

Más allá del Muro tenemos a Bran Stark, que regresa tras su ausencia en la quinta temporada. Bran ha dejado de ser un niño para convertirse en un adolescente que empieza a controlar sus habilidades gracias al entrenamiento del Cuervo de Tres Ojos (Max Von Sydow). A través de sus visiones, viajan al pasado, a Invernalia, donde Ned, de niño, está peleando con su hermano Benjen. También aparecen en escena una joven Lyanna y Hodor, que por aquel entonces se llamaba Wylis y era un joven mozo de cuadra que hablaba con normalidad. Estos poderes pueden ser la mar de útiles para entender y averiguar jugosos acontecimientos del pasado y, si logra viajar al futuro, vital para el devenir de la guerra que se cierne sobre el continente.

De las hijas Stark, tenemos dos escenas muy diferentes. Sansa nos ofrece la escena más emotiva del capítulo, con una charla previa con Brienne sobre su hermana, Arya, y sobre todo por la despedida de Theon. Este le asegura que la hubiera llevado hasta el Castillo Negro si hubiera sido necesario, pero ahora que tiene a Brienne a su servicio, Theon decide volver a casa, sumiéndose él y Sansa en un conmovedor abrazo. 

Al otro lado del Mar Angosto, Arya sigue intentando dominar su ceguera y aprendiendo a luchar a pesar de su discapacidad visual. Es tentada por Jaqen H'ghar, pero la pequeña de las Stark supera la prueba. Seguimos esperando que su trama avance más y demuestre realmente de lo que es capaz.

En Essos, Meereen concretamente, tenemos también a Tyrion, que se viste con una coraza de valor para liberar a los dragones de Daenerys de sus cadenas. Vemos a un Lannister temoroso, sin el control de la situación, hasta el punto de que le dice a Varys que cuando vuelva a tener una idea así le arree un guantazo. Deseando estamos de ver a los dragones en acción.

Más lentamente avanza la historia en Desembarco del Rey. Tommen prohíbe a Cersei ir al funeral de Myrcella, al que sí asiste Jaime. En el Septo se da una intensa charla entre el Matarreyes y el Gorrión Supremo (bien respaldado por sus armados seguidores), que finalmente queda en nada. Por otro lado, el rey pide perdón a su madre por no dejarla asistir a la ceremonia y le suplica que le enseñe a ser más fuerte. Te vendrá bien sí, Tommen, porque de momento como líder impones poco.

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