De Pablo y Flor de Jara argumentan el concurso ganadero de Colmenar Viejo

  • El novillero Miguel de Pablo, que cortó dos orejas, y un bravo novillo de Flor de Jara fueron los grandes protagonistas del concurso ganadero con el que se inició hoy la feria de Colmenar Viejo (Madrid).

Javier López

Colmenar Viejo (España), 24 ago.- El novillero Miguel de Pablo, que cortó dos orejas, y un bravo novillo de Flor de Jara fueron los grandes protagonistas del concurso ganadero con el que se inició hoy la feria de Colmenar Viejo (Madrid).

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos, por este orden, de: Miura, destartalado y sin clase; La Quinta, manso y "rajado"; Partido de Resina, noble y soso; Cuadri, complicado y exigente; Monteviejo, informal, muy deslucido y que acabaría parándose; y Flor de Jara, bravo y con emoción, el mejor del encierro.

Miguel de Pablo: estocada (oreja); y casi entera (oreja).

Rafael Cerro: estocada caída y descabello (aviso y ovación tras petición); y casi entera perpendicular que escupe (vuelta tras petición).

Daniel Torres "Cotola": estocada trasera y atravesada, y larga agonía (silencio tras aviso); y pinchazo y estocada caída (palmas en la despedida).

Al finalizar el festejo el jurado del concurso declaró como novillo triunfador a: "Avefría", de Flor de Jara, número 28, negro de capa, nacido en 2010 y que dio en la báscula 409 kilos. El premio al mejor picador fue para Luis Miguel Leiro, por la suerte de varas ejecutada al sexto novillo.

La plaza tuvo casi media entrada en tarde agradable y con viento de tormenta en los dos últimos novillos.

-----------------------

LO MEJOR LLEGÓ AL FINAL

La novillada concurso de ganaderías que inauguró hoy la feria de los Remedios de Colmenar Viejo no adquirió el verdadero valor de este tipo de festejos hasta el sexto astado.

Los cinco anteriores apenas aportaron nada en el caballo, con dos varas cada uno y siempre muy en corto, dadas las escasas o nulas condiciones que demostraron en un tercio clave no sólo para medir la bravura sino para valorar, a modo de resultado, el desenlace final de este concurso ganadero.

Pero para cerrar plaza salió un utrero de Flor de Jara precioso de hechuras, que acudió al caballo en tres ocasiones, y donde el picador Luis Miguel Leiro realizó un muy buen trabajo, clavando las tres veces arriba y sin castigar excesivamente al animal para que pudiera desarrollar el buen son que apuntó de salida en la muleta.

Y así fue. El novillo, encastado y con raza, se comía la franela con codicia y humillado. La pena fue que fue a parar a las manos del novillero de menos oficio de la terna, el joven colmenareño "Cotola", que llevó a cabo una labor tan tesonera como desigual ante un animal que fue fuertemente ovacionado en el arrastre.

Antes, con el tercero, un novillo de Partido de Resina muy noblote pero de escasa raza y transmisión, "Cotola" instrumentó una faena voluntariosa y sin demasiadas apreturas, que no llegó a coger vuelo en ningún momento.

Nombre destacado también del festejo fue el otro torero local, Miguel de Pablo, que supo sacar partido del "miura" que abrió plaza, un animal de bastas hechuras y muy destartalado, al que toreó limpio en pases de uno en uno, en una labor bien rubricada con la espada. Oreja al canto.

Otra oreja paseó De Pablo del cuarto, un novillo exigente de Cuadri, con el que anduvo suficiente para firmar entonados pasajes sobre la diestra.

A Rafael Cerro le fue a parar el lote con menos opciones del envío: un novillo de La Quinta que se rajó a las primeras de cambio y otro de Monteviejo tan deslucido e informal que no hubo manera de "meterle mano".

No obstante, con ambos anduvo Cerro firme y muy capaz, demostrando el gran momento que atraviesa y que es uno de los novilleros más mandones de la actualidad. Actitud para justificarse.

Mostrar comentarios