Diego Ventura abre la puerta grande en la primera de feria en Santander

Juan Antonio Sandoval

Santander (España), 20 jul.- El rejoneador lisboeta Diego Ventura cortó hoy dos orejas en el primer festejo de feria en Santander tras una labor efectista ante el quinto, dentro de una corrida condicionada por el mal juego de los toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez

FICHA DEL FESTEJO.- Toros para rejones, reglamentariamente despuntados, de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, descastados, sin transmisión, sin fijeza y con tendencia a pararse a las primeras de cambio. Sólo el sexto tuvo cierta duración antes de "rajarse" definitivamente, y el quinto se dejó hacer todo tipo de diabluras por Diego Ventura y parte de su cuadra.

Pablo Hermoso de Mendoza: metisaca y rejón (silencio); y dos pinchazos, y rejón con derrame (silencio).

Diego Ventura: rejón casi entero (ovación tras petición de oreja); y medio rejón barrenando (dos orejas).

Roberto Armendáriz: pinchazo y rejón caído (palmas tras leve petición); y cinco pinchazos y rejón (silencio).

La plaza se llenó en la primera corrida de feria.

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EL EFECTISMO DE VENTURA

Diego Ventura supo leer el estado del público y de la tarde. El nefasto juego de los toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, sin celo alguno, amenazaba con dejar el marcador a cero al final del festejo, incluso ante un público dispuesto a ovacionarlo todo, como el que llenó Cuatro Caminos.

Así que el rejoneador lisboeta arrimó sus cabalgaduras a los pitones del noble y bobalicón quinto, que estuvo a punto de inferir un percance serio a "Zeus".

Esto caldeó el ambiente, que fue enardeciéndose tras una buena banderilla al estribo sobre "Oro", hasta explosionar con "Morante": el équido, tras dos intentos, logró morder el testuz del toro, para delirio del respetable, más receptivo a estos alardes que a las cuestiones esenciales de una lidia que no pasó de correcta.

El medio rejón de muerte sólo quedó introducido en el astado tras barrenar ostensiblemente Ventura. Dos orejas y primera puerta grande de la Feria.

Su primero fue un mulo que llegó a echarse. Hubo un buen galope a dos pistas montando a "Nazarí" , una buena banderilla al quiebro con "Milagro" y poco más a destacar.

Lo más académico y puro corrió a cargo de Pablo Hermoso de Mendoza, en el primero. A lomos de "Dalí", el torero navarro citó muy en corto y, yendo de frente, embrocó dos banderillas consecutivas clavando al estribo. No fue esto, precisamente, lo más ovacionado de la tarde.

El cuarto fue otro oponente soso y aquerenciado en tablas, con el que Hermoso no quiso apreturas.

El animal más manejable del encierro fue el sexto, si bien terminó amorcillado. Roberto Armendáriz clavó, por norma general, a la grupa y destacó en un galope a dos pistas con "Prometido". Se demoró mucho en el lance de matar. El descastado tercero le dio pocas opciones.