El cineasta Mike Figgis no convence con su versión plana de Lucrezia Borgia

  • Londres.- La English National Opera, de Londres, está últimamente empeñada en acercar la ópera a un público joven y trata de conseguirlo encomendando el montaje de óperas famosas a conocidos realizadores cinematográficos.

El cineasta Mike Figgis no convence con su versión plana de Lucrezia Borgia
El cineasta Mike Figgis no convence con su versión plana de Lucrezia Borgia

Londres.- La English National Opera, de Londres, está últimamente empeñada en acercar la ópera a un público joven y trata de conseguirlo encomendando el montaje de óperas famosas a conocidos realizadores cinematográficos.

El último caso es el de Mike Figgis, conocido sobre todo por su filme "Leaving Las Vegas", con Nicolas Cage, de quien acaba de estrenarse el montaje de "Lucrezia Borgia", de Gaetano Donizetti, en versión inglesa, como todo lo que se hace en ese coliseo.

Figgis ha decidido intercalar en esa ópera de 1833, basada en un drama de Victor Hugo, varios cortometrajes que tratan de explicar la psicología de la protagonista, una mujer que ha pasado a la historia tanto por su belleza como por su crueldad y las supuestas relaciones incestuosas con su hermano, el criminal César Borgia, y tal vez también con su padre, el papa Alejandro VI.

"He utilizado el cine para dar a la ópera algo del contexto histórico y para que funcionase como la memoria del personaje central", ha explicado Figgis, que presenta a su protagonista como una mujer cuarentona que va por su tercer matrimonio- en realidad vivió sólo 39 años (1480-1519)- y busca al hijo que le arrebataron años atrás.

Figgis rodó sus cortos en las cercanías de Roma con actores italianos, que se expresan también en esa lengua, y a los que muestra en un suntuoso marco renacentista con algún toque posmoderno como es el de presentar al Papa gritando en una especie de jaula como en el famoso cuadro de Francis Bacon, inspirado por el Inocencio X de Velázquez.

Los cortos presentan a una joven Lucrezia que participa en orgías sexuales, dominada por su horrible padre y vigilada de cerca por su celoso hermano o recrean con actrices cuadros famosos de temática erótica del Bronzino o de la escuela de Fontainebleau, como el titulado "Gabrielle d' Estrée y su hermana".

Frente al "porno suave" de esos paréntesis cinematográficos, el tratamiento de lo que vemos en el escenario no puede ser más tradicional y estático pese a que el propio Figgis haya tratado de explicarlo como un intento de "aislar a los actores para establecer un diálogo interesante entre ellos y la audiencia".

A Figgis parece haberle asustando el vasto espacio escénico de la English National Opera hasta el punto de querer concentrar la acción en pequeños tablados de tamaño variable en los que coloca bien una especie de capilla-trono de estética bizantina o una mesa en la que sienta a Gennaro, el hijo perdido de Lucrezia Borgia, y a sus amigos como en una recreación de "La Última Cena", de Leonardo da Vinci.

La escena del envenenamiento colectivo de Gennaro y sus amigos tras beber la poción que les suministra Lucrezia para vengar un agravio, ignorante de que su propio hijo no había huido, como ella le había pedido, sino que seguía entre ellos, no puede ser más poco imaginativo y plano.

Tampoco se compagina demasiado la visión de Figgis de una Lucrezia Borgia víctima de los abusos de que fue objeto en su adolescencia tanto de su padre como de su hermano psicópata con la del propio Donizetti, que la presenta como una mujer monstruosa y sólo redimida por su amor de madre.

Afortunadamente para esta nueva producción están las voces: sensacional la coloratura de la soprano británica Claire Rutter como Lucrezia y muy bella y clara de dicción la del tenor estadounidense Michael Fabiano como su hijo Gennaro.

Impresionante también el registro vocal de la mezzosoprano Elizabeth Deshong en el papel de Orsini, el amigo de Gennaro a quien Figgis ha querido convertir en mujer, mientras que el bajo Alastair Miles interpreta con convicción al maquiavélico y celoso Alfonso d'Este, tercer marido de la protagonista.

Paul Daniel dirigió la orquesta además de adaptar el libreto al inglés, y hay que decir que estuvo mucho mejor en la primera de las dos tareas.

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