El sopranista Laszczkowski debuta en Covent Garden en ópera casi olvidada

  • Londres.- El sopranista polaco Jacek Laszczkowski debuta este jueves en la Royal Opera House londinense con una ópera casi olvidada del barroco: "Niobe, regina di Tebe", del compositor italiano Agostino Steffani (1654-1728).

El sopranista Laszczkowski debuta en Covent Garden en ópera casi olvidada
El sopranista Laszczkowski debuta en Covent Garden en ópera casi olvidada

Londres.- El sopranista polaco Jacek Laszczkowski debuta este jueves en la Royal Opera House londinense con una ópera casi olvidada del barroco: "Niobe, regina di Tebe", del compositor italiano Agostino Steffani (1654-1728).

Laszczkowski, de 44 años, galardonado en 2003 con el prestigioso premio "Singer of the Year" (cantante del año), de los Opernwelt Awards, cantará a Anfione, el marido de la reina de Tebas, papel escrito originalmente para un castrato.

Desde comienzos del siglo XVI hasta finales del XVIII era de hecho habitual que los "castrati" cantasen las nuevas óperas, y algunos de ellos como Farinelli o Andrea Pacini fueron admirados en toda Europa como hoy lo son por ejemplo las estrellas de cine.

Desde la prohibición de los "castrati" hacia finales del siglo XVIII, muchos de los roles que cantaban ésos pasaron a los contratenores (cantan con poco o sin falsete), y un sopranista (quien finge con falsete la voz femenina) sigue siendo una muy "rara avis".

Pero como explicó a Efe Laszczkowski, él canta en dos registros, el de soprano y el de tenor dramático, y es este último en el que más se prodiga en su Polonia natal.

Sobre "Niobe, Regina di Tebe", el cantante comenta que es una "ópera hermosísima" de un compositor admirado en su día por Händel por su musicalidad y originalidad.

Su personaje es "alguien que sólo busca la armonía y la paz hasta el punto de que se olvida de su reino, que está en peligro, y tiene que llamar para que lo defienda al que fue amante de su esposa, la reina de Tebas".

Esta a su vez, interpretada por Véronique Gens, ha enojado a los dioses, que la castigan con la muerte de todos sus hijos. Un argumento visiblemente enrevesado, como suelen ser los del período barroco.

El rol de Anfione es, explica Laszczkowski "en extremo variado", con "arias lentísimas en el primer acto, en las que tiene que alargar las notas, en algún caso hasta veinte segundos, al punto de que parecen ejercicios de "appoggio" (respiración).

Las del segundo acto, por el contrario, son "arias de coloratura, muy rápidas", aunque él las considera más fáciles pues sólo tiene que "disparar la voz como una ametralladora".

Para el director musical de "Niobe...", Thomas Hengelbrock, el aria "Fere amiche", perteneciente al primer grupo de las lentísimas, es "la más bella de todo el período barroco", según el cantante.

Hengelbrock fue quien en 2008 sacó del olvido "Niobe" junto al director escénico alemán Lukas Hemleb.

La montaron juntos en el festival de Schwetzingen (Alemania) y es ése el mismo equipo que la ha traído al Covent Garden londinense, donde se representará en días diferentes hasta el 3 de octubre.

Laszczkowki explica por otro lado que es muy difícil encontrar "buenos papeles para sopranista", entre otras cosas porque en Europa "no se montan con tanta frecuencia óperas barrocas y, cuando se hace, esos papeles los representan muchas veces contraltos o mezzosopranos".

Claro que una ventaja es la escasez de sopranistas: "hay sólo dos o tres", dice el cantante polaco, que confiesa no haber escuchado él mismo nunca a un cantante con su mismo timbre de voz.

De ahí que le ofrezcan con mucha mayor frecuencia roles de tenor dramático, que es su otra voz: "He cantado con ambas voces toda mi carrera, y en Polonia lo hago casi siempre como tenor e incluso como tenor dramático en óperas como 'Cavalleria Rusticana', 'La Forza del Destino y otras'".

Su próximo rol será el de Hamlet en una ópera que el francés Pierre Thilloy ha compuesto expresamente para él y que se estrenará en Metz (Francia) en marzo próximo.

Allí volverá a ser tenor dramático, "voz con la que le gustaría volver un día a la Royal Opera House", concluye.

Joaquín Rábago

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