Una historia dedicada "a los de Twitter"

La escatológica anécdota de Pablo Motos que sorprende en 'El Hormiguero'

Pablo Motos y sus consejos en 'El Hormiguero'. /L.I.
Pablo Motos y sus consejos en 'El Hormiguero'. /L.I.

El plató de 'El Hormiguero' volvía a encender sus luces este miércoles con un Pablo Motos que comenzaba el programa con "dos lecciones de la vida", que aseguraba que había aprendido "el mismo día". El presentador contaba que, durante sus inicios en la profesión, cuando trabajaba en la radio, se encontró a un "loco gritando a la recepcionista que decía ser un cliente muy importante y quería un descuento en la publicidad". Según narraba Motos, acudió a su jefe y le dio permiso para darle un descuento del 5%. Esta decisión le llevó a encargarse de la publicidad de este "importante cliente". A final de mes, el presentador se sorprendió al ver su nómina multiplicada "por veinte" de lo normal. Aunque en un principió pensó que era un error, todo era fruto de haberse encargado de la publicidad de este hombre.

El presentador confesaba que lo hizo con este dinero fue "ir a la calle a gastarla". En su camino se encontró con un mendigo y le dio "el equivalente a 150 o 200 euros de ahora". Después de un rato de compras, decidió entrar en una marisquería y se sorprendió al encontrarse dentro al mendigo que había conocido antes comiendo gambas. "Me dice: 'Si cuando no tengo dinero, no puedo comer gambas, y cuando tengo no puedo comer gambas, ¿cuándo puedo comer gambas?", comentaba el presentador. De esta experiencia Motos sacaba una conclusión: "Lo que aprendí ese día es que la vida te puede cambiar también para bien". Así animaba a "la que gente que está pasando por malos momentos económicos": "Ten la mejor actitud posible en el presente".

Ya en la mesa, junto a Marron, Luis Piedrahíta y El Monaguillo, Pablo Motos confesaba uno de sus mayores "momentos tierra trágame". "Yo era muy chiquitillo, tendría nueve años o diez", comenzaba el presentador. El valenciano contaba que en las fiestas de su pueblo tuvo la oportunidad de tocar en la plaza de toros. "El niño Pablito y su guitarra", como así se refería a sí mismo, se enfrentó a ese momento y recordaba que, minutos antes de salir al escenario, entró en pánico. "Oigo 'el chiquillo sale en diez minutos' y yo le dije a mi padre 'papá, tengo caca'", comentaba entre risas.

"El baño era un agujero. Aquello se queda oscuro tras cerrar la puerta. Cuando ya empiezo, se me adapta la vista a la oscuridad y veo que el agujero no estaba donde pensaba. Entonces, intento rectificar y aquello dio la vuelta y cayó en el brazo", continuaba. Motos confesaba que salió corriendo a tocar, todo fue bien, recibió una ovación y, cuando acabó, un señor se le acercó. "Se levanta un señor y viene a abrazarme y dice 'este niño se ha cagado'. Y mientras me iba caminando escuchaba cómo la gente decía 'se ha cagado el crío, qué pena'", concluía. Sus colaboradores bromeaban asegurando que "ya tienen titular en Twitter". Entre risas, Motos se dirigía "a los de Twitter": "Pues ya tenéis faena".

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