Barcelona.- Fermí Reixach recorre el camino de la locura transformándose en el personaje del cuento de Nikolai Gógol (1809-1852) "Diario de un loco", en el que el que el actor catalán despliega cantidad de registros y capacidades interpretativas.
La obra ha acompañado a Reixach desde hace 25 años, cuando la produjo, dirigió e interpretó por primera vez y se ha convertido en uno de sus espectáculos más emblemáticos.
"Diario de un loco" hará temporada a partir del día 11 en el Versus Teatre de Barcelona y con este espectáculo se conmemora el bicentenario del nacimiento del autor ucraniano.
El actor se transforma en el escenario y se mete en la piel de un funcionario oscuro, espanta y conmueve cuando babea, escupe o llora y cambia la voz dando vida a los personajes que aparecen en la mente de Aksentil Ivanov, "que es un bonachón pero tiene un problema", ha aclarado el actor.
El problema del protagonista es su esquizofrenia y la locura que le lleva a ser en su imaginación personajes como el rey de España o un general.
Cubren al actor los harapos que viste el personaje con la cobija roja de su catre y, colocándola a modo de capa, se pasea como un emperador romano en el escenario y dice influido por lo que ha leído en un diario de la época: "En España hay rey, el rey soy yo".
Se enfrenta a su vida de funcionario y clama más adelante: "Nunca más iré al ministerio a copiar vuestros asquerosos documentos".
Critica la burocracia y la corrupción cuando espeta al público: "Dicen que son patriotas y se introducen en la política y lo único que quieren son rentas".
El protagonista de "Diario de un loco" es un funcionario de la más baja categoría, enamorado de la hija del director de su oficina, cuyo trabajo consiste en sacar la punta a un lápiz.
El actor se transmuta en un personaje grotesco que se convierte en trágico a medida que aumenta su sufrimiento, proceso que comparte con el público, situado a poca distancia del protagonista.
Reixach ha retomado un espectáculo que lo marcó tras su aprendizaje en Nueva York de la técnica que impartía Ernie Martin, director teatral miembro del Actor's Studio, a quien ha citado durante toda la presentación del espectáculo.
Fascinado por el trabajo de Martin, Reixach quiere traer ahora este tipo de interpretación emocional a España y la inicia retomando el "Diario de un loco" con su recién creada compañía O'Teatre.
Llevará el encierro de "este hombre recluido en una habitación de cuatro por cuatro metros" a la cárcel Modelo, en donde existe un grupo teatral interesado por "los personajes que huyen de la realidad y crean otra".
Samuel Beckett dijo, ha explicado Reixach, que no se entendió "Esperando a Godot" hasta que se hizo en la cárcel de San Quintín.
Reixach interpretará la semana próxima en la cárcel ante una serie de reclusos preventivos la obra, convirtiendo el suelo en escenario cuadrado para una "interpretación muy directa, con la que casi rozará a los espectadores".
Reixach acaba de interpretar este espectáculo en Tarragona y Palma de Mallorca y años atrás lo llevó en castellano al Teatro Español de Madrid.
El actor ha estado nominado a los premios Gaudí de la Academia del Cine Catalán por su interpretación en "The Frost" y "L'estació de l'oblit", aún no estrenada y en la que actúa en el papel protagonista.
En "The Frost" (La escarcha), cinta dirigida por Ferran Audí, Reixach hizo el papel de perro y trabajó junto a la actriz sueca Bibi Andersson, musa del cineasta Ingmar Bergman.
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