Herralde afirma que hay una "política catastrófica" en España

Alberto Cabezas

México, 1 may.- El editor español Jorge Herralde, fundador de Anagrama, denunció hoy que en su país hay una "política catastrófica" en materia cultural debido a las medidas de austeridad y a las alzas de impuestos introducidas por el Gobierno de ese país.

"Las medidas que adoptan, que, en realidad, las adoptan otros países, la austeridad a ultranza. Esto no genera actividad económica y ha provocado una caída del consumo brutal en todos los ámbitos", dijo hoy a Efe en entrevista el también escritor barcelonés.

De visita a México para participar en un homenaje a Sergio Pitol por sus ochenta años celebrado en Xalapa, estado de Veracruz, la semana pasada, y para ofrecer una conferencia, Herralde explicó que en España está siendo muy negativo para la cultura el alza del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

"Ha subido muchísimo para todo lo que sea teatro, cine y otras actividades, para el libro electrónico también, con lo cual ha resultado una política catastrófica incluso para el Gobierno", advirtió.

"Este sector ha sido severamente castigado y, paradójicamente, también el Gobierno porque al haber menos compra de entradas el Gobierno ha recaudado menos (...) En resumen, es una imbecilidad total", reveló.

Para Herralde "al Gobierno del Partido Popular (PP)" encabezado por Mariano Rajoy "le importa poco o nada la cultura", y prueba de ello es "un elemento simbólico" como el de "que ya no hay ministerio de Cultura" en el país, que pasó a ser secretaría de Estado y a depender del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Respecto al titular de esa secretaría, José María Lasalle, Herralde dijo que era "una persona culta, y predispuesta, que valora la cultura", y a quien agradeció que "hace ocho o diez días" protestara públicamente contra el aumento del IVA.

Fue la primera persona del Gobierno en hacerlo, recordó el editor, quien admitió sin embargo que "los que mandan son otros".

Respecto al efecto de la crisis económica española en el sector editorial específicamente, Herralde dijo que el daño se hizo evidente en 2010, algo después de que comenzaran los problemas macroeconómicos.

"Son ya muchos años de caída de ventas y con gran preocupación, por ejemplo, con librerías, que es un eslabón más frágil", agregó.

Herralde constató que hay cierres entre ellas y una mayor dependencia de los ingresos por ventas de novedades, no tanto de libros ya publicados.

En el caso de Anagrama, la editorial que fundó en 1969 y que antes solía obtener un 45 % de sus ingresos por ventas de obras ya publicadas, el nivel "ha bajado".

"En realidad toda la cadena del libro está en una situación de temor y perplejidad", apuntó el editor, un visitante habitual cada año de América Latina, por cuyos autores y mercados apostó hace mucho tiempo.

A pesar de las dificultades, el editor celebró lo bien que le ha ido precisamente a una novela centrada en la crisis española, "En la orilla" (2013), del autor español Rafael Chirbes.

Con cuatro ediciones en dos meses y contratos de traducción cerrados con editores de Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos, Herralde consideró "una cosa tan atípica como gratificante" la salida de esa novela.

Consideró que el libro es definitivo para entender la crisis actual que atraviesa España y una prueba de que "finalmente la literatura ha triunfado" ofreciendo una "mirada precisa" (...) sobre una realidad tan incomoda como la que estamos padeciendo".

"Sería difícil encontrar ahora un español con el talento literario de (Rafael) Chirbes", añadió Herralde, que destaca de la obra como una manera "no maniquea" de analizar la crisis, donde "no hay buenos ni malos" sino en la que todos los personajes "son más o menos malos".

Por último, y a pregunta expresa sobre si cree que la situación española se puede revertir, el editor confió en que así suceda.

"Yo que soy un optimista recalcitrante confío en que sí, pero se tendrían que detener estas políticas de austeridad a ultranza sin contrapartida porque si no, no hay forma", señaló.

"Hacer pronósticos es realmente muy aventurado porque luego se van desmintiendo continuamente. Empezó en la época de (José Luis Rodríguez) Zapatero (2004-2011) que decía 'empiezan a verse brotes verdes' y, bueno, (fue una) equivocación total. Y en Bruselas le dijeron 'tienes que recortar', y ahora mucho más", añadió.