Hipnosis de Turrell o lluvia que no moja, experiencias temporales en N.York

  • Mateo Sancho Cardiel.

Mateo Sancho Cardiel.

Nueva York, 7 jul.- El dicho reza que siempre se vuelve a Nueva York, pero hay razones de peso artístico para ir a la ciudad de los rascacielos este verano y no otro para ver las exposiciones temporales como las de James Turrell, Edward Hopper, Le Corbusier, Renzo Piano o el paseo bajo la lluvia que ofrece "Rain Room".

La oferta museística permanente de Nueva York bien merece una visita, pero además de ir al MoMA a ver las mejores vanguardias, al Whitney a ver el mejor arte estadounidense o al Met a hacer un repaso a su amplísima colección, desde el antiguo egipto al arte contemporáneo, en el verano de 2013 coinciden muestras temporales imprescindibles, otras atípicas y algunas simplemente mediáticas.

La instalación del estadounidense James Turrell ofrece una de las experiencias artísticas más estimulantes y visitadas del estío, pues no solo expone su obra en el museo Guggenheim de la ciudad, sino que con la magia de su iluminación, lo transforma en una experiencia totalmente distinta incluso para quien pensaba que conocía todos sus secretos.

Con seis óvalos invirtiendo el efecto expansivo del patio central del museo diseñado por Frank Lloyd Wright, Turrell juega a la hipnosis con el visitante, que también podrá disfrutar de su evolución artística desde mediados de los sesenta.

También quien pensara que había visto ya todo sobre Edward Hopper tendrá oportunidad de sorprenderse hasta el 6 de octubre en el museo Whitney, donde han sacado a la luz los bocetos, esquemas y dibujos que el retratista de la soledad elaboró, algunos de manera autónoma, otros como base para algunos de sus cuadros más famosos.

La magia del proceso creativo y del "non finito" también pasea por la exposición que muestra el taller en el que trabajaba el arquitecto italiano Renzo Piano que acoge la galería Gagosian hasta el 2 de agosto, de la misma manera que el MoMA explora la desconocida faceta del suizo Le Corbusier como paisajista.

El arquitecto adalid del racionalismo quiso aplicar algunos de sus teoremas a la naturaleza misma y eso se tradujo, inevitablemente, en proyectos tan mágicos como imposibles de realizar, cuyos mimbres se pueden ver hasta el 23 de septiembre.

El brazo más rabiosamente contemporáneo del famoso museo, el MoMA PS1, se ha apuntado también uno de los tantos del verano con su propuesta Expo 1, que ofrece refrescantes propuestas, literalmente, para el amante del arte.

En la sede de Manhattan, hasta cinco horas de cola espera se pueden ver para "Rain Room", instalación de Random International que ofrece al visitante, mediante un sofisticado sistema de sensores, la fascinante experiencia de pasear bajo la lluvia sin mojarse. El éxito ha sido absoluto, pese a que fuera de la instalación la lluvia parece que se resiste a decir adiós con el verano.

En la sede de Long Island City, otra experiencia meteorológica, los bloques de hielo traídos desde Islandia por Olafur Eliasson, recuerdan al visitante que el tiempo se pierde ("Your waste of time", se titula), y el argentino Adrián Villa Rojas subraya "La inocencia de los animales" con un inquietante anfiteatro de barro cuarteado cuyas gradas chocan con el techo y cuyo escenario parece un desván de la naturaleza.

La más mediática de las exposiciones, aunque haya sido por las tibias críticas recibidas, está en cambio en el Metropolitan, que recorre la reconversión de la moda punk desde lo marginal hacia la alta costura en "Punk: Chaos to Couture", que promocionó adecuadamente con su gala benéfica anual, en la que todas las celebridades adoptan la temática de la exposición como hilo argumental de libre interpretación.

Hasta el 14 de agosto se mantendrá lo que ha sido tachado más de "desfile" que de recorrido intelectual por el movimiento, pero hasta el 2 de septiembre y en ese mismo museo, los amantes del historicismo podrán descubrir el no muy conocido pero discursivamente muy interesante arte estadounidense de la guerra de Secesión.

Para los amantes del diseño, la Neue Galerie ofrece un recorrido por las propuestas modernistas de Viena entre 1897 y 1907 hasta el 2 de septiembre.

Los que entiendan que el arte tiene que ser divertido, "The Art of Brick", la mayor exposición de arte realizado con piezas lego por un solo artista, Nathan Sawaya, es la opción más sorprendente, mientras que la Biblioteca Pública se pregunta en una didáctica exposición "Por qué los libros para niños importan".

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