Imanol Arias volverá a los papeles románticos en "Los puentes de Madison"

  • Hace tanto tiempo que Imanol Arias encarna al comedido protagonista de "Cuéntame cómo pasó", que el mundo parece haber olvidado aquellos años en los que el actor se convirtió en un icono romántico, incluso sexual, algo que podría cambiar un próximo proyecto de llevar al teatro "Los puentes de Madison".

Javier Herrero

Madrid, 31 ago.- Hace tanto tiempo que Imanol Arias encarna al comedido protagonista de "Cuéntame cómo pasó", que el mundo parece haber olvidado aquellos años en los que el actor se convirtió en un icono romántico, incluso sexual, algo que podría cambiar un próximo proyecto de llevar al teatro "Los puentes de Madison".

Tras acudir a la grabación de "La hora de Luján", el programa que realiza Luján Argüelles en colaboración con Efe, Arias ha explicado que "Cuéntame" acabará en 2014 y que para entonces tiene en proyecto representar junto a Susú Pecoraro en Latinoamérica y España la versión teatral del film que popularizaron en el cine Clint Eastwood y Meryl Streep y que, a su vez, adaptaba la novela de Robert James Waller.

"En ella, al protagonista lo llamaban el gitano, no porque fuera de esa raza, sino porque se comportaba como tal. Bueno, pues yo vuelvo con eso al gitano Flores de 'Brigada Central'", ha dicho el artista, recordando una época en la que dicho personaje de un inspector de policía atormentado le reportó aún más fama y, por su alta carga erótica, cierto aura de "sex symbol".

Lo de "Los puentes de Madison" constituye en cualquier caso una de las muchas propuestas que tiene entre manos mientras rueda la decimocuarta temporada de la veterana serie de televisión de TVE "Cuéntame cómo pasó", que podría estrenarse después de Navidades.

Su imagen en esa producción, en la que interpreta al un tanto adusto personaje de Antonio, contrasta con la juvenil y deportiva imagen que luce de paisano.

"En 'Cuéntame', los hombres vestían mucho de gris, con corbata o jersey, y se llevaba mucho el traje", explica Arias, quien dice que en su vida privada, aunque en los primeros años ochenta fue de los de "la arruga es bella de Adolfo Domínguez", ahora está como la economía, "en época de recesión, buscando buenos valores y pocos".

"Mi armario está formado por piezas clave que no se repiten. Nunca he tenido grandes acuerdos para que me regalaran ropa. Casi siempre la he comprado. Es más práctico tener unas pocas cosas buenas y usarlas mucho, antes que acumular, menos en los zapatos... Ahí resbalo un poco", confiesa este actor, que mantiene una relación con la diseñadora Irene Meritxell.

"Convivo con una mujer que trabaja mucho con zapatos, así que tengo darle espacio", añade.

La tranquilidad de su actual situación personal se refleja en su corazón y en sus palabras. "Hay algo que parece pueril y puede resultar estúpido, pero la alegría es uno de los elementos energéticos más importantes", apunta.

Ese momento pletórico en lo profesional y en lo personal lo vive a sus 56 años, aunque confiesa no haber sobrellevado tan bien el paso del tiempo.

"Cuando empiezas a hacerte mayor, al principio lo llevas mal. Hasta que te acostumbras sufres una crisis, pero yo creo que ahora todo se irá normalizando", dice.

Para este leonés nacido en Riaño en 1956 y padre de dos hijos, la memoria que tanto reivindica "Cuéntame" constituye algo esencial, "un ejercicio de amor" para las futuras generaciones.

"La memoria personal es algo parcial y nunca es exacta. La memoria colectiva es un puzzle más real de lo que pasó. El ser humano tiende a ocultar o transformar momentos de la historia para luego recordarlos de esa manera y utilizarlos. A veces, la multiplicación de recuerdos permite quitar esa máscara", reflexiona.

En su caso, su memoria personal está marcada por dos bellos recuerdos. Por un lado, su primer viaje en avión a América. Por otro, como no podía ser menos para este intérprete con casi 50 películas, su debut profesional sobre las tablas.

"La primera vez que me subí a un escenario como profesional me quedé tan tranquilo pensando que por fin estaba haciendo lo que quería, y ese recuerdo se ha convertido en una constante", apostilla.-

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