Karlovy Vary y los rodajes internacionales de cine

  • Gustavo Monge.

Gustavo Monge.

Karlovy Vary (República Checa), 11 jul.- "Karlovy Vary en las películas" es el nombre de una exposición inaugurada en este balneario checo donde mañana termina la 49 edición del Festival Internacional de cine, que muestra el rostro más fotogénico de la localidad bohemia.

"Karlovy Vary significa sobre todo balneario, pero es una hermosa localización para cineastas. Por citar algunas películas, creo que para James Bond no se habría podido encontrar un sitio mejor", dice Petr Tichy, de los estudios Barrandov, que organiza la muestra.

Más de 120 títulos en pantalla grande y de televisión se han rodado en esta ciudad y sus alrededores desde los albores del cine.

Algunos de los artefactos utilizados en veinte de esas producciones se exponen en la muestra, instalada en la Villa Becher, una conocida galería de arte, propiedad de los estudios Barrandov, el principal productor de cine en la República Checa.

Están ahí, entre otros, los planes de rodaje y fotos de la película "Edith Piaf/La Môme" o el diseño de escenario para un plano en el hotel de "Casino Royale", del agente 007.

Entre las películas producidas aquí destaca no solo esa aventura de James Bond, que usó las dependencias del lujoso Grandhotel Pupp y del Balneario Imperial.

Cabe recordar además la cinta "Los caballeros de Shanghai" (2003), el drama romántico "Last Holiday" (2006) y más recientemente la comedia "El gran hotel Budapest".

También se rodaron en esta misma ciudad algunas series de televisión de EE.UU., como "El filántropo" (2009) y "Missing" (2012).

Tichy destaca en declaraciones a Efe que "hay una gran sinergia entre Barrandov y no sólo la región de Karlovy Vary", ya que, en su opinión, "la República Checa ofrece tantas localizaciones estupendas que no sabemos a dónde ir primero".

El máximo ejecutivo de estos estudios se refirió también a la asignatura pendiente que tiene la industria cinematográfica checa.

"El potencial está relacionado con las subvenciones" y "la capacidad de atraer a los cineastas internacionales a un nivel que sea atractivo para ellos", aunque reconoció que existen reservas y una complicada regulación que puede resultar desalentadora.

"Si quieren venir tres o cuatro grandes proyectos, esto supone un gran riesgo para los productores. Deberían ser (las subvenciones) mucho mayores y deberían estar garantizadas por un mínimo de tres años", explicó.

El Gobierno checo acaba de subir en 11 millones de euros (15 millones de dólares) las ayudas anuales a las coproducciones cinematográficas, con lo que el montante global asciende a 30 millones de euros (40,7 millones de dólares).

"El aumento es parcialmente para tranquilizar a los cineastas internacionales y decirles que realmente tenemos ese 20 % para los proyectos que vienen aquí", aseguró Tichy.

La República Checa "debe ofrecer (a la industria del cine) algo más competitivo que Hungría, Alemania o Gran Bretaña", señala el responsable de los estudios Barrandov.

En todo caso, advierte que hay otros países como Canadá o Australia "que no ofrecen el 20 % sino el 30 y hasta el 40 % (de subvención)" para producciones de cine.

Los estudios Barrandov, los más grandes e importantes del país centroeuropeo, fueron fundados en 1921 por el padre y un tío del fallecido expresidente y antiguo disidente checo Vaclav Havel.

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