Roma, 4 feb.- La Orden de Malta, una de las órdenes soberana y militar más antiguas de la civilización occidental, celebra sus nueve siglos de reconocimiento pontificio con el reto de seguir impulsando su espíritu católico y la labor humanitaria que inició el beato Gerardo con la creación de hospitales en Jerusalén.
La casi milenaria institución recordó hoy a través de una rueda de prensa celebrada en Roma la emisión de la bula del papa Pascual II en 1113, con la que la institución, ya existente más de medio siglo antes, quedó bajo la protección de la Santa Sede como una orden "religiosa laica".
La Orden de Malta cuenta con 13.500 miembros procedentes de todas partes del mundo, la gran mayoría de ellos laicos, entre los que se encuentra el rey Juan Carlos de España, quien fue bautizado en la capilla de la Orden de Malta en Roma el 26 de enero de 1938.
"Durante nueve siglos de historia hemos jugado un rol importante en numerosos eventos, a menudo dramáticos", explicó el jefe del Ejecutivo de la Orden, Jean-Pierre Mazerey, quien destacó la labor de asistencia médica y humanitaria realizada por 80.000 voluntarios y 25.000 médicos y enfermeras en cerca de 120 países del mundo.
Palestina, Líbano, Siria o Burkina Faso son algunos de los países en los que la Orden de Malta, a través de su agencia para la ayuda humanitaria, ofrece asistencia médica, psicológica y social sobre la base del principio inspirador del "testimonio de la fe y el servicio a los que sufren".
La histórica Orden de Malta es un estado sin territorio, caso único en la historia, que cuenta con derecho internacional, ordenamiento jurídico propio y tiene relaciones diplomáticas con 104 países de todo el mundo.
Como explicó Mazerey, en el plano político internacional, la Orden de Malta tiene una posición de plena neutralidad y es imparcial, apolítica e independiente, incluso de la Santa Sede, quien, en el momento de su reconocimiento, le otorgó el derecho a elegir libremente a sus superiores sin interferencias de otras autoridades laicas o religiosas.
"Gracias a nuestra posición neutral, imparcial y apolítica, la Orden de Malta consigue intervenir en áreas de crisis, donde prácticamente nadie más tiene acceso y se convierte en un elemento creíble en todas partes en conflicto", añadió el ministro de Salud y Cooperación Internacional de la Orden, Albrecht Boeselager.
Sobre la Orden de Malta circulan numerosas leyendas que durante siglos han especulado sobre la historia y aventuras de esta casi milenaria institución fundada por el beato Gerardo, e incluso ha servido de argumento para varias películas como "El halcón maltés", protagonizada por Humphrey Bogart.
El origen de la Orden de Malta se remonta al año 1048 aproximadamente, cuando mercaderes de la antigua república marinera de Amalfi obtuvieron del califa de Egipto el permiso para construir en Jerusalén una iglesia, un convento y un hospital para asistir a los peregrinos de cualquier fe o raza, según la propia Orden.
La constitución del reino de Jerusalén en el marco de las Cruzadas obligó a la Orden a asumir la defensa militar de los enfermos y los peregrinos, y a proteger sus centros médicos y las principales vías de comunicación.
A la misión hospitalaria de la Orden se sumó la defensa de la fe y con el tiempo, la Orden adoptó la cruz octagonal blanca, que sigue siendo hoy en día su símbolo.
Ahora, con la celebración de los 900 años del reconocimiento pontificio de la Orden como orden religiosa, la institución abre a la sociedad las puertas del pasado, presente y futuro, con una gran labor humanitaria a sus espaldas.
El momento culminante de la celebración tendrá lugar el próximo sábado 9 de febrero cuando el papa Benedicto XVI reciba a 4.000 miembros y voluntarios de la Orden provenientes de todas partes del mundo.
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