Matute ve sano olvidar la Guerra Civil, pero dice que aún sueña con las bombas

  • Santander.- La escritora Ana María Matute ha afirmado hoy que le parece "sano" olvidar la Guerra Civil, porque "para qué mantener ese fuego si, al fin y al cabo, todos somos españoles". No obstante, ha reconocido: "A mis 85 años, aún sueño con las bombas".

Matute ve sano olvidar la Guerra Civil, pero dice que aún sueña con las bombas
Matute ve sano olvidar la Guerra Civil, pero dice que aún sueña con las bombas

Santander.- La escritora Ana María Matute ha afirmado hoy que le parece "sano" olvidar la Guerra Civil, porque "para qué mantener ese fuego si, al fin y al cabo, todos somos españoles". No obstante, ha reconocido: "A mis 85 años, aún sueño con las bombas".

Matute, quien abrió hoy los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, ha explicado que pertenece a una generación de escritores que está "marcada por la Guerra Civil".

Pero más que el ruido de las bombas, que todavía recuerda cada vez que escucha fuegos artificiales, la decana de las novelistas españolas prefiere evocar los buenos recuerdos de su infancia, una etapa que considera determinante para cada persona y, particularmente, en su creación literaria.

"Empecé a escribir a los cinco años y ya no paré", recuerda la escritora catalana y precisa que su incursión en la Literatura se produjo porque primero le encantaba que le leyeran cuentos, luego leerlos ella misma, para finalmente escribirlos.

Después de casi ocho décadas escribiendo, Matute no duda en señalar "Olvidado Rey Gudú" como su libro "predilecto", que no obra cumbre, porque ese calificativo le parece demasiado pretencioso.

"Es el libro que siempre quise escribir desde niña, en él están todas mis obsesiones, toda Ana María Matute está ahí", subraya la autora de "Pequeño teatro" (Premio Planeta, 1954) que, al margen de las molestias físicas propias de su edad, afirma que no nota haber cambiado mucho con respecto a aquella joven que en 1952 ganaba el Premio Café Gijón con "Fiesta al noroeste".

Aunque son muchos los reconocimientos que ha obtenido por sus novelas -entre los más recientes y prestigiosos el Premio Nacional de las Letras Españolas en 2007-, Ana María Matute destaca que nunca ha escrito para ganar premios.

Esta escritora que, a regañadientes, acepta que "las buenas experiencias no ayudan a escribir" tanto como las malas, recuerda que a lo largo de su vida ha habido "muchos contrastes", lo que, a su juicio, estimula la creación literaria.

"La cuestión es saber vivir", resume Matute, quien, preguntada por la crisis económica, afirma: "Yo siempre he estado en crisis, por eso no me llama la atención". "Supongo que se superará, porque la Humanidad siempre ha ido superando las crisis", agrega.

Sobres sus otras aficiones, Matute señala que le encantaba la carpintería. "No estoy orgullosa de los libros que he escrito, pero sí de los muebles que he hecho", señala la autora de "Primera memoria" (Premio Nadal, 1959) y apunta que, en la actualidad tiene "sólo una afición, escribir".

"Ahora estoy planeando otro libro", explica la escritora, quien se reconoce "un poco masoca", porque esa fase de elaboración en la que "se sufre", es para ella "la parte más bonita".

La novelista no quiso adelantar nada sobre su próximo libro, porque "trae mal fario".

Para escribir ha dejado a un lado la lectura, otra de sus grandes pasiones. "Últimamente leo novela negra", reconoce con una pícara sonrisa, pero a continuación matiza: "Cuando escribo no leo porque si me pongo a leer dejo de escribir, porque me apasiona la lectura".

En cuanto a su pertenencia a la Real Academia Española, de la que se siente "orgullosa", Matute opina que lo mejor que puede hacer por la RAE es "escribir bien".

Finalmente, preguntada por la búsqueda de uno mismo a través de la escritura, idea que ha defendido con anterioridad, Matute reconoce que ella no se ha encontrado. "Siempre me escapo en el último momento", apunta.

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