Michel Hazanavicius: "The Artist' es una película moderna para el público de hoy en día"

  • 'The Artist' ha convertido a su director, el francés Michel Hazanavicius, en uno de los nombres más importantes del mundo de la cultura en 2011. La cinta, que llega hoy a los cines españoles, es una película muda y en blanco y negro que rinde homenaje al Hollywood de los años 20. "Me encanta cómo están contadas las películas mudas, creo que esta es la forma más pura de hacer cine", asegura en esta entrevista.
Michel Hazanavicius, director de 'The Artist'
Michel Hazanavicius, director de 'The Artist'
Matt Carr/Getty Images
Fernando de Luis-Orueta

Si hace unos meses alguien dice que una película francesa, en blanco y negro y muda iba a ser el fenómeno del año nadie le hubiera creído. Hoy The Artist se estrena en varios países (España incluido) en medio de una expectación insólita y arropada por multitud de premios y candidaturas. Ayer mismo, la cinta recibió seis nominaciones a los Globos de Oro, más que ningún otro título en esta edición.

Su director es el francés Michel Hazanavicius (París, 1967), un realizador que comenzó su carrera hace 15 años en el Canal + francés. Después de varios trabajos para televisión y publicidad, tuvo sus primeros éxitos en el cine con las dos entregas de la saga OSS 117, una parodia de los James Bond originales.

En la serie OSS 117 imitaba al cine de los setenta y en The Artist reproduce el mudo. ¿Lo hace por diversión o porque es usted un erudito del cine?

Las dos cosas. Lo primero es para divertirme. Es difícil calcular así que prefiero seguir mi instinto y hacer las cosas que me apetece. La gran diferencia con OSS es que en The Artist no hay ironía sino que he intentado respetar al máximo al género cinematográfico al que hago referencia.

¿De dónde sale la idea de hacer una película muda a estas alturas?

Hay dos cosas. Por un lado, mi propio placer como espectador: me encanta cómo están contadas las películas mudas y me siento atraído por ellas. Y por otro lado, como realizador, creo que esta es la forma más pura de hacer cine.

Pero han pasado 100 años desde entonces. ¿Cuánto ha tenido que traicionar al cine mudo para poder traducirlo para los espectadores de 2011?

El ritmo y el tema son contemporáneos. Digamos que yo vivo en mi época y me estoy beneficiando de 90 años de sofisticación en la narración. Por tanto, creo que he hecho una película moderna, para el público de hoy en día.

Es muy curioso que sea una película francesa rindiendo homenaje al cine de Hollywood.

A mí eso es algo que no me sorprende. El hecho de ser un extranjero hace que afrontes este proyecto sin miedo a caer en los clichés. Creo que si lo hubiera hecho un americano no se hubiera atrevido a hacer ciertas cosas.

En The Artist reconocemos otras muchas películas: Cantando bajo la lluvia, El crepúsculo de los dioses, Cautivos del mal…

He cogido estas pequeñas referencias para darle credibilidad, para que el público tenga la sensación de que está viendo un clásico. Hay una escena que se parece a Ciudadano Kane, hay pasajes que recuerdan a El crepúsculo de los dioses, y hay pequeños elementos que ayudan a darle un aire clásico.

¿Cómo ha logrado el look de la película, los espacios, la luz, el blanco y negro…?

Quitando el color [ríe]. Hoy en día no se puede rodar en blanco y negro porque no existen películas con todas las sensibilidades que se necesitarían. Así que lo que hicimos fue rodarla en color, digitalizarla y pasarla a un blanco y negro que recuerde al de la época. La credibilidad del blanco y negro viene de todos los elementos que componen la película: los actores, los decorados, la ropa, el montaje…

¿La han rodado en Francia o en Estados Unidos?

En Hollywood. Muchos espacios son reales. Por ejemplo, el cine del principio, los restaurantes, las calles, algunas casas…

¿Cómo funciona su colaboración con Jean Dujardin, que ha sido el protagonista de todas sus películas?

Escribí el guión pensado en él y en Bérénice [Bejo] y luego fueron ellos los que decidieron aceptar el proyecto. Una vez empezamos a rodar, lo único que pretendimos fue divertirnos. Fueron ellos los que fueron averiguando cómo funcionan los entresijos de la historia y el juego entre los personajes. Pero es verdad que con Jean tengo como un bluetooth: muchas veces yo pienso en algo y él lo hace sin necesidad de decírselo. Los buenos actores son como esponjas: comprenden la visión del director, se impregnan de ella, y a ti no te queda más que apretar y todo fluye.

La película se estrena hoy también en Estados Unidos. ¿Cómo cree que la van a recibir allí los espectadores?

En todas las proyecciones que hemos hecho allí hasta ahora, a la gente la gusta mucho más de lo que gusta en Europa. Entre otras cosas porque les conmueve que sea un extranjero quien ha rodado esta historia.

¿Cómo está viviendo el hecho de que 'The Artist' sea ahora mismo la gran favorita para los Oscar?

No sé si realmente tenemos posibilidades de ganar, pero creo que es lo de menos porque es un acontecimiento tal que no se puede perder. El hecho de estar ya es un triunfo. Estar en esa carrera da a la película una difusión enorme. Siendo una película europea, si llegara la nominación ya sería fantástico.

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