Peridis: "El patrimonio de antaño son las rentas de hogaño"

  • El legado histórico y artístico "es una fuente de formación y de educación extraordinaria", un manantial "intensivo de empleo", ha dicho hoy el arquitecto y restaurador José María Pérez, Peridis, que, como el economista Fuentes Quintana, piensa que "el patrimonio de antaño son las rentas de hogaño".

Valladolid, 19 dic.- El legado histórico y artístico "es una fuente de formación y de educación extraordinaria", un manantial "intensivo de empleo", ha dicho hoy el arquitecto y restaurador José María Pérez, Peridis, que, como el economista Fuentes Quintana, piensa que "el patrimonio de antaño son las rentas de hogaño".

En su doble vertiente, formativa y productiva, el patrimonio atesora "una gran potencialidad" hasta el punto de convertirse, a través del turismo, en un recurso de primer orden, como en el caso de Castilla y León, donde "es una de las industrias locomotoras y seña de identidad", ha explicado en una entrevista con la Agencia Efe.

A su conocida condición de humorista gráfico -en el diario El País desde su creación el 4 de mayo de 1976- y de restaurador -en la Fundación Santa María la Real/Centro de Estudios del Románico desde 1977- Peridis estrena ahora la de novelista con "Esperando al rey" (Espasa), un recorrido por el medievo hispano que ha concebido como "otra forma de divulgar el arte románico".

Al igual que Las Edades del Hombre, que ha puesto como ejemplo, el románico representa "una marca de calidad" que se debe rentabilizar mediante la organización de eventos vinculados a partir de la música o el teatro, "llenarlo de vida, animarlo y devolverlo así a la sociedad en forma de sugerencias, actividades y creatividad".

Los eventos, con el hilo conductor de las conmemoraciones culturales, "vienen muy bien, porque en cada época ofrecen una mirada, una perspectiva nueva y enriquecedora" sobre la realidad histórica y artística.

La novela es la herramienta a la que ahora ha recurrido Peridis para divulgar "un arte fresco, desenfadado, yo diría que juguetón", como ya hizo en TVE con la serie de documentales "Las claves del Románico" (2002-2007) y que la crisis económica acabó con sus posibilidades de producción y emisión.

"Pero con la televisión logramos crear un destino turístico, porque la imagen es un vehículo fundamental para llegar a la gente de una manera amena, divertida y atractiva", ha recordado con satisfacción a quien ya se le conoce como el Hombre del Románico, que ha iluminado una época que la literatura ha tratado tradicionalmente como "oscura, silenciada e incluso siniestra".

A ello contribuyó, ha anotado, las pestes, guerras, herejías y clima adversos que en el siglo XIV diezmaron la población de Europa entre un treinta y cuarenta por ciento: "Fue un época funesta por esta razón, pero en verdad luminosa, porque florecieron en España las primeras universidades, las catedrales, el Camino de Santiago, los grandes monasterios, el 'Cantar de Mio Cid' y los juglares".

De todo ello da cuenta en "Esperando al Rey", su primer encuentro con la novela, con el eje vertebrador del rey Alfonso VIII de Castilla (1155-1214).

"A través de los personajes cuento cómo era un época, su historia y arte, la sociedad formada por hombres guerreros y mujeres mucho más cultas y preparadas, pacificadoras", ha explicado.

Ha empleado para ello el mismo fundamento que utilizó en TVE, la de "llenar de contenido el patrimonio, enseñar a verlo con el corazón, hacerlo sentir como algo propio y disfrutarlo", porque el Románico fue una "época germinal" en alianza con el cristianismo, "una sorpresa continuada de paisajes, pintura y arquitectura", que proyectó una lengua y una arquitectura, ha concluido.

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