Pou trae a la escena barcelonesa después de sesenta años "Llama un inspector"

  • Barcelona.- El actor Josep Maria Pou vuelve a la dirección teatral con el clásico británico "Llama un inspector", de J.B. Priestley, una obra que se representa en todo el mundo desde que se estrenara en 1946 y que en Barcelona, sin embargo, no se ha puesto en escena desde el año 1951.

Pou trae a la escena barcelonesa después de sesenta años "Llama un inspector"
Pou trae a la escena barcelonesa después de sesenta años "Llama un inspector"

Barcelona.- El actor Josep Maria Pou vuelve a la dirección teatral con el clásico británico "Llama un inspector", de J.B. Priestley, una obra que se representa en todo el mundo desde que se estrenara en 1946 y que en Barcelona, sin embargo, no se ha puesto en escena desde el año 1951.

El propio Pou forma parte de un reparto en el que también están los actores Carles Canut, Victòria Pagès, Ruben Amatllé, Paula Blanco y David Marcé, dando vida a los personajes del inspector Goole y de la rica familia Birling, en la Inglaterra de 1912, con un muerto, unos sospechosos y una sorpresa final.

La obra, que se estrenará oficialmente en el teatro Goya el día 10 de febrero, es, según Pou, un "manifiesto político" que, bajo una apariencia policíaca, se puede entender como "una parábola moralizante y ejemplarizante".

En su opinión, es un clásico "más actual que nunca", escrito después de terminar la Segunda Guerra Mundial por un hombre de izquierdas, crítico con las desigualdades sociales y que carga contra el capitalismo y el liberalismo más salvajes.

Josep Maria Pou, que no comprende cómo en Barcelona, más allá de compañías de aficionados, no se ha representado desde hace sesenta años, ha defendido que en esta época de crisis es muy necesaria, especialmente, porque subyace el mensaje de que en circunstancias como estas todo el mundo es responsable de lo que ocurre.

El montaje, que se presentará en el Goya en catalán hasta que el público lo quiera, se basa en una traducción de Joan Sallent, fiel al texto de Priestley, del que sólo se han eliminado elementos "barroquistas" para conseguir que cada frase de las que se pronuncian en el escenario llegue al espectador como "un cuchillo".

Asimismo, ha optado por no variar ni vestuarios ni mobiliario de los primeros años del siglo XX para dar una mayor verosimilitud a la trama, que se desarrolla a lo largo de noventa minutos, cuando un inspector de policía se presenta en el domicilio de la familia Birling para indagar sobre un suicidio, interrumpiendo una cena para celebrar que la joven Sheila Birling se promete con el noble Gerald Croft.

A lo largo de esta hora y media, el inspector de policía, de la mano de Priestley -uno de los escritores más importantes de su época, también autor de "El tiempo y los Conways"- irá lanzando preguntas al aire sobre la culpa o sobre la responsabilidad.

Precisamente, Josep Maria Pou ha reconocido que de las cinco obras que ha dirigido, ésta es en la que más fácil le ha resultado compaginar su papel como actor y su trabajo como director, porque "el inspector en el escenario ejerce como un director de escena, repartiendo juego entre el resto de los actores".

Aunque no ha renunciado a realizar posteriormente una gira en castellano por España con la obra, Pou ha subrayado hoy que en los diferentes teatros del Estado sí ha sido habitual a lo largo de las últimas décadas ver alguna producción relacionada con "Llama un inspector", por lo que dependerá del éxito que tenga en Barcelona y de si hay demanda fuera.

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