Se presenta un libro sobre la correspondencia de dos disidentes cubanos

  • La inédita correspondencia que entabló el periodista cubano Miguel Rivero con el poeta Raúl Rivero durante el encarcelamiento de éste en Cuba es el tema del libro "Cartas de Cuba - Correspondencia entre dos disidentes", presentado hoy en Lisboa.

Lisboa, 27 mar.- La inédita correspondencia que entabló el periodista cubano Miguel Rivero con el poeta Raúl Rivero durante el encarcelamiento de éste en Cuba es el tema del libro "Cartas de Cuba - Correspondencia entre dos disidentes", presentado hoy en Lisboa.

"Lo que más me llamó la atención fue la intención de infundir en un amigo preso (Raúl) esperanza, sueños, proyectos para el día en el que saliese de la cárcel, para romper de alguna forma el horizonte claustrofóbico de una prisión", dijo a EFE la periodista portuguesa Ana Glória Lucas, autora del libro.

Condenado por el Régimen castrista a 20 años de prisión bajo la acusación de cometer "actos contra la independencia o la integridad del Estado", Raúl Rivero (Morón, 1945) cumplió entre rejas 19 meses durante los que se carteó con su amigo de juventud Miguel Rivero (1939-2011), entonces corresponsal de la agencia EFE en Lisboa.

Las dos decenas de misivas publicadas en "Cartas de Cuba - Correspondencia entre dos disidentes" (editado en portugués por Aletheia) abarcan inicios del 2003 y finales del 2004, hasta que Raúl Rivero fue liberado de la prisión de Canaleta, a 500 kilómetros de La Habana.

Para evitar la censura del Régimen, el contenido de las misivas versaba sobre temas literarios, humorísticos, los recuerdos de ambos -llegaron a ser acérrimos defensores de la Revolución cubano-, ls vida el cotidiano e incluso sobre la familia.

No obstante, la agudeza de las cartas permite una lectura implícita por la que es posible hacerse una idea de la dureza implacable del Régimen cubano, convino Lucas, que estuvo casada con Miguel Rivero durante 17 años.

Afectuoso y tierno, Miguel dedicaba a su amigo versos de Sophia de Mello Breyner, Jorge Luis Borges o Fernando Pessoa para mitigar el sufrimiento entre rejas, mientras Raúl acogía con emoción cada carta de su "hermano lisboeta", con quien no tenía parentesco, a pesar de compartir el apellido.

El libro también descubre el papel de Miguel como intermediador para la liberación de Raúl: "Él (Miguel) siempre intentó mantener el sigilo sobre todos estos esfuerzos", sostuvo la autora.

Desde Lisboa, Miguel Rivero intermedió para que Plinio Apuleyo Mendoza, entonces embajador de Colombia en Portugal, contactase con su íntimo amigo Gabriel García Márquez para que éste intercediese en favor de la liberación de Raúl.

"De García Márquez se conoce su larga amistad con Fidel (Castro) y también por ayudar a intelectuales cuando están en una situación de persecución", expuso Lucas.

Y así ocurrió, pues el poeta cubano salió de la prisión de Canaleta después de una "campaña internacional" en la que España también tuvo un papel decisivo.

Raúl Rivero, quien está exiliado en Madrid desde finales del 2004, se convirtió en un de los símbolos de la disidencia cubana y el Gobierno español le concedió en el 2012 la nacionalidad española.

Miguel Rivero, que tenía también nacionalidad portuguesa, fijó su residencia en Lisboa en los años noventa después de una dilatada carrera como corresponsal en Indochina, Francia, Gran Bretaña, África y China para la agencia cubana oficial Prensa Latina.

Desengañado con el Régimen castrista desde finales de los 80, Miguel, periodista en la delegación de EFE de la capital lusa durante más de una década, se destacó por su infatigable labor dentro de la disidencia cubana en Europa hasta su fallecimiento en el julio de 2011, a los 72 años de edad.

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