El tema tabú con el que Évole vuelve a 'Salvados': tan solo lo puede hacer él

'Salvados' regresa a La Sexta este domingo. Muy pocos son los que saben cómo será el programa con el que Jordi Évole empieza la décima temporada del formato."Nos hemos ganado el derecho a hacer un programa sorpresa", asegura el presentador.

Por Borja Terán

Mira también

El fin del Telediario: así será la revolución de los (caducos) informativos de las cadenas

Y con los datos de audiencia en la mano, razón no le falta. Sólo él puede desaparecer el tiempo que considera necesario y volver a la parrilla sin notar una merma de espectadores. Sólo él cuenta con ese beneplácito de una audiencia que le hace líder domingo tras domingo y a la que se le está cebando  con un anuncio donde aparecen cinco vasos de agua o cinco lámparas y dos frases: 'Uno de cada cinco lo verá medio vacío' y 'Uno de cada cinco dormirá mal'. 

"Es un tema que hemos decidido ocultar porque es lo que hacemos con el tema que tratamos, lo ocultamos y no hablamos de ello", asegura. Y a modo de pista, lo aclara a su manera: "Hemos decidido no contarlo para que se venga a ver el programa sin ningún prejuicio ante un tema  del que se tienen muchos prejuicios", desvela en 'Zapeando'.

Las otras 'Evoladas'

Hasta llegar a ser el 'rey midas' de la televisión y generar tanta expectación con solo volver, son muchas las 'ocurrencias' con las que ha puesto a prueba al entrevistado, a su cadena y a la audiencia. 

De todos los programas Évole no olvida la entrevista a José Barrionuevo, "dónde nos pidió no hablar de los GAL y al final todo fue sobre los GAL". Ese día pudo suponer un punto y aparte en un formato que nació más gamberro.

"El punto de inflexión fue cuando ETA dijo que decretaba el cese del uso de las armas. El domingo anterior hicimos un programa que se tituló 'Borrando a ETA' y mucha gente nos llamó creyendo que teníamos un chivatazo". Ahí se subieron al tren de la actualidad.

Cuenta que 'Salvados' ha vivido dos momentos de tensión . Pasaron el programa de las 21:30 a las 22:30 y "contra todo pronóstico empezamos a ganar audiencia. Hay que agradecer a La Sexta la paciencia que ha tenido con algunos programas". Y lo dice con conocimiento de causa porque la segunda temporada del programa hacía poco más de un 3% de share, "pero llegó un premio Ondas que fue un balón de oxígeno"... Hasta ahora.

Los 'engaños' al público

A la espera de saber qué nos deparará el domingo, en la memoria de muchos está aquel sorteo de la Lotería del año 2010. 'El Follonero la lía con un supuesto boleto premiado pasado por la lavadora', rezaban algunos de los titulares.

Todos  'tragaron' -nos tragamos- a esa señora que lloraba desconsolada porque tenía un boleto agraciado con el segundo premio pero lo había lavado...  Una llorosa Carmen Valiente declaró en todas las televisiones con un boleto hecho pedazos en la mano que si pudiera cobrar el premio lo repartiría con su hijo, que estaba en el paro, y nuera, que estaba embarazada. Hasta la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se planteó estudiar el boleto... 

Este fake abrió un debate deontológico sobre los límites para conseguir audiencia y la necesidad de contrastar la información. Cuatro años después, ya en 2014, puso patas arriba el Golpe de Estado con el famoso 'Operación Palace'. Fue la emisión no deportiva de La Sexta más vista hasta el momento con cinco millones de espectadores.

En el documental se mostraba que el golpe de Estado había sido un montaje que dirigió José Luis Garci.  "Seguramente otras veces les han mentido y nadie se lo ha dicho", reflexionaba Évole cuando acabó el programa. 

Para el recuerdo queda también ese momento en que regalaron la guitarra de Chikilicuatre al Papa Ratzinger, o los cara a cara entre Albert Rivera y Pablo Iglesias e  Inés Arrimadas y Marta Rovira, haciendo de la política algo de interés general. También arrasó el programa donde se pasó una hora en La Moncloa con Rajoy, o el reportaje en la capital del Daesh,o ese Oriol Junqueras en un taxi conducido por Dani Rovira por Sevilla, o  las entrevistas a Puigdemont, Nicolás Maduro, Julian Assange, Varoufakis, Pujol o el peculiar sheriff Arpaio.

El 'regalo' que traiga Jordi Évole el domingo sigue envuelto en papel de regalo y su contenido no se conocerá hasta ese momento. No lo necesita. El lunes seguro que se convierte en tema de conversación de más de un desayuno... por bueno, o por malo. No sería la primera vez que Évole apaga el móvil después de que se emita un 'Salvados'. Ya lo hizo después del 23F, aunque aquello fuera una broma.