La noticia que hace unos meses ya anticipamos se ha confirmado. Victoria's Secret, una de las marcas de lencería más famosas del mundo, ya no celebrará más desfiles. Algo que la firma ya había dejado caer ante el fracaso de su último 'show' en Nueva York y que ahora precisamente uno de sus famosos 'ángeles' ha confirmado para disgusto de sus fans.
Ha sido la modelo australiana Shanina Shaik la que lo ha avanzado en una entrevista concedida al 'Daily Telegraph' este martes, donde ha asegurado que, desgraciadamente, este año no habrá desfile. "Me siento rara, porque todos los años por estas fechas estoy entrenando como un ángel", señaló al tabloide británico. Y es que ese ha sido uno de los motivos de la caída en picado de la reputación de la marca.
En medio del resurgir feminista en todo el mundo, la enseña estadounidense ha sido tildada de machista y de cosificar a la mujer, obligando a sus modelos a machacarse físicamente y a prácticamente no comer para lucir perfectas en el esperado desfile, imponiendo un canon de belleza inalcanzable para la mayoría de mujeres. Además, solo con el objetivo de deleitar al público masculino, reduciendo así la figura femenina a la de un objeto.
Por ello, numerosas mujeres se han declarado en estos años en contra de la filosofía de Victoria's Secret, dándole la espalda y, por tanto, vetándola de sus compras, lo que se ha traducido en una caída de sus ventas. De hecho, su matriz, L Brands, entró en pérdidas en su tercer trimestre fiscal de 2018 -últimos datos facilitados-, al registrar unos números rojos de 42,7 millones de dólares (37,3 millones de euros) por un aumento de costes. Además, los ingresos procedentes de Victoria's Secret bajaron un 0,6%, siguiendo así la tendencia comenzada un año antes cuando se redujeron un 8% en total.
Y es que en este tiempo numerosas marcas de lencería han aprovechado el movimiento feminista para ganarle la partida a Victoria, mostrándose más abiertas a todo tipo de mujeres y eligiendo modelos más cercanas al cuerpo real femenino. Ante ello, la firma reaccionó contratando a Winnie Harlow, la modelo con vitiligo, y a Barbara Palvin, una modelo considerada 'curvy' aunque tan solo pesa 55 kilos. Unos fichajes que han intentado dar una imagen más democrática de Victoria, pero que precisamente le han valido nuevas críticas.
Por ello, ante el desapego del público y la caída de audiencia de sus desfiles -el último celebrado en Nueva York solo congregó a 3,3 millones de personas cuando unos años antes lo veían hasta 10 millones en todo el mundo-, la marca decidió no volver a televisar su show y se comprometió a buscar nuevas fórmulas para acercarse al público aprovechando las nuevas tecnologías. Pero, finalmente, parece que ha decidido claudicar y dar por terminada una era, un tiempo en el que las mujeres más atractivas del mundo se contoneaban encima de la pasarela con sujetadores valorados en más de 2 millones y unas impresionantes alas. Adiós a los 'ángeles' caídos del cielo; hola al mundo real.
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