Hace casi un año ya que Dolce&Gabbana rompió las reglas de la pasarela al cambiar los modelos tradicionales por influencers en su desfile de la temporada otoño/invierno 2017/2018 en la Semana de la Moda de Milán. De este modo, los modistos italianos escenificaron lo que era ya una realidad: los influencers son los dueños del mundo en estos momentos y las marcas no pueden vivir sin contar con ellos. Ahora, esa misma estrategia la ha seguido en España el diseñador Ze García, que ayer inauguró la Pasarela 080 de Barcelona con las mejores influencers de nuestro país vestidas de novias.
Capitaneadas por la incombustible Dulceida (con más de dos millones de seguidores en Instagram es la reina en nuestro país), influencers como Patry Jordán (cerca de 720.000 followers), Laura Escanés (rozando los 950.000 seguidores), María Pombo (694.000 seguidores) o Marta Riumbau (435.000 followers) realizaron su propia versión del desfile de Dolce&Gabbana con las prendas de la colección Millennials Couture de primavera/verano del diseñador catalán.
Todas estas influencers son, además, embajadoras ya de sus diseños. De hecho, la propia Dulceida se casó en 2016 con un vestido de ensueño creado por José María García González, que es así como se llama el creador. En total, han sido 13 influencers las que han paseado las propuestas nupciales de Ze, que se pueden resumir como una combinación entre alta costura y modernidad, un estilo por el que muchos ya le han nombrado la nueva promesa de la moda española, con permiso de Palomo Spain.
Marta Lozano, Gigi Vives, Madame de la Rosa, Jessica Goicoechea o la mexicana Michelle Salas (que por cierto es hija del cantante Luis Miguel) han sido las protagonistas de una colección que busca romper moldes en el diseño español. Si la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid recién acabada nos ha dejado ver los aires de cambio que vienen a la moda nacional, el desfile de Ze ha confirmado que España está poniéndose las pilas para llegar a codearse con Italia o Francia en lo que a cuestiones de estilo se refiere.
Así, el barcelonés ha creado una colección en la que reúne tanto vestidos con de una novia como otros de invitada o de gala -en este caso desfilaron con ellos modelos de profesión-. Dulceida, la más conocida de todas, llevó uno con cuerpo de pedrería de palabra de honor con falda de corte sirena, un tejido similar al de Laura Escanés, cuyo diseño curiosamente se asemejaba mucho al que llevó la primera en su boda.
Pero el catalán también se atrevió a vestir a las novias/influencers con pantalón, como el maravilloso smoking de pantalón de campana de Gigi Vives o el mono de Marta Riumbau de palabra de honor. Si bien el vestido estrella fue el que llevó Jessica Goicoechea, realizado en pedrería y coronado por un velo sostenido por una corinita. Un vestido que refleja la precisión y la calidad extrema de la firma.
En el caso de los diseños de invitada, destacaron los colores vivos, las faldas vaporosas y también la combinación de negro y blanco en creaciones tan aplaudidas como una blazer blanca y una falda larga de encaje transparente negra.
Un diseñador, dos estrategias
Pero Ze García no es una firma que se dirija únicamente a los bolsillos más abultados. De hecho, el diseñador ha admitido en una entrevista a Vanity Fair que la “clienta rancia” no le interesa. Él se dirige precisamente a esa mujer millennial, cosmopolita, exigente y atrevida que no se interesa por lo que opinan los demás de su ropa, simplemente la luce a su manera.
Por ello, la firma tiene varios tipos de prendas. Por un lado, las de pret-a couture, que son las más elaboradas, elegantes y caras -vestidos de fiesta y de novia, sobre todo- y las de la boutique, con suéters, blazers, camisas, faldas o pantalones a precios más asequibles.
Con este desfile, Ze García ya ha entrado en la historia de la moda española por todo lo alto. Y seguramente su progresión no se quedará aquí. Esteramos atentos a las redes sociales…
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