HRW denuncia la continua violación de los derechos de la población indígena en todo el mundo

EUROPA PRESS

Según datos de la ONU, los indígenas suponen un tercio de la población rural considerada extremadamente pobre. En países como Etiopía, Uganda, Tailandia, Kenia y Canadá, entre otros, los indígenas se encuentran excluidos y son víctimas de la violencia, según ha alertado HRW con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

El Gobierno de Uganda, por ejemplo, ha impulsado la inversión privada en la región de Karamoja sin que los propietarios, en su mayoría comunidades indígenas, fueran consultados acerca del desarrollo de los proyectos. Según HRW, las autoridades han admitido que "las comunidades no están siendo consultadas" a la hora de atribuir licencias mineras.

Las compañías mineras, en algunos casos, prometen compensaciones en caso de pérdidas mediante la creación de escuelas y hospitales, según ha señalado la ONG. Sin embargo, las comunidades han señalado que los beneficios aún no han sido percibidos.

Según un informe publicado en 2013, HRW alerta de que las mujeres indígenas sufren una doble discriminación por parte de la comunidad y de las autoridades estatales. En Canadá, por ejemplo, cientos de mujeres y niñas indígenas han sido asesinadas durante las últimas décadas. En la provincia de Columbia Británica no sólo se encuentran desprotegidas por las fuerzas de seguridad sino que, además, han sido víctimas de abusos policiales.

La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas reconoce los derechos individuales y colectivos de los indígenas, incluida su participación en las decisiones que puedan afectar a sus tierras y derechos. En muchas ocasiones, los pueblos indígenas acogen la inversión privada en sus territorios si las empresas prometen respetar sus derechos.

Los gobiernos y las compañías tienen el deber y la responsabilidad de consultar y cooperar con los indígenas para obtener su autorización en aras de llevar a cabo proyectos que afecten sus territorios y recursos, según ha señalado HRW.

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