HRW denuncia que hay pruebas de cuatro ataques químicos del régimen sirio desde diciembre

  • Asegura que las fuerzas de Damasco han atacado con proyectiles lanzados desde aviones y helicópteros y desde tierra
EUROPA PRESS

Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que existen "nuevas pruebas" que demuestran que las fuerzas leales al régimen sirio han perpetrado ataques con agentes químicos en al menos cuatro ocasiones desde diciembre de 2016 en Damasco, Hama, Idlib y Alepo.

En su informe 'Muerte por agentes químicos: El uso sistemático y generalizado de las armas químicas por parte del Gobierno sirio', la ONG denuncia que los últimos ataques químicos del régimen se encuadran en un patrón "más amplio" del uso de este tipo de agentes contra la población siria. "Los ataques son generalizados y sistemáticos y, en algunos casos, se han dirigido contra la población civil", ha denunciado.

HRW ha subrayado que los ataques del régimen con armas químicas podrían ser considerados como "crímenes contra la humanidad" y ha asegurado que el Gobierno de Damasco está utilizando tres sistemas distintos para realizar estos ataques: las bombas con agentes nerviosos lanzadas desde aviones de guerra, las municiones con gas de cloro disparadas por sus helicópteros, una práctica que ahora es "más sistemática", y las municiones con gas de cloro utilizadas por "fuerzas terrestres" del Gobierno o leales a Damasco.

EL GOBIERNO TIENE UN CLARO PATRÓN DE ATAQUES QUÍMICOS

"Al menos en algunos de los ataques, la intención parece ser infligir un grave sufrimiento a la población civil", ha subrayado. El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, ha denunciado que rel reciente uso de agentes nerviosos por parte del Gobierno sirio supone "una escalada mortífera" del régimen que forma parte de "un claro patron". "En los últimos sesis meses, el Gobierno ha usado aviones de guerra, helicópteros y fuerzas terrestres para lanzar gas de cloro y gas sarín en Damasco, Hama, Idlib, y Alepo. Eso es un uso sistemático y generalizado de armas químicas", ha subrayado.

HRW ha asegurado que el "uso repetido" de agentes nerviosos "socava" la versión del régimen sirio y del Gobierno ruso, que mantienen que lo que hubo el 4 de abril en Jan Sheijun, en Idlib, fue un ataque aéreo "convencional" que afectó a un almacén de armas químicas de los rebeldes. "No sería plausible que bombas convencionales alcanzaran de forma repetida almacenes químicos en todo el país", ha asegurado.

En este sentido, la ONG ha afirmado que las "fotos y los vídeos" de los restos de armamento en la zona del ataque del 4 de abril "parecen" coincidir con las "características" de "una bomba química de fabricación soviética específicamente diseñada para liberar gas sarín".

Human Rights Watch ha reclamado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que apruebe "de inmediato" una resolución para que "todas las partes" cooperen plenamente con los investigadores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y que sancione a quienes los investigadores de Naciones Unidas determinen que es el responsable de los últimos ataques químicos en Siria.

HRW ha contado que ha entrevistado a 60 personas con "conocimiento de primera mano" de los ataques químicos y ha revisado "decenas de fotos y vídeos" de los lugares de los ataques proporcionados por "residentes locales" pero no ha podido realizar investigaciones directamente sobre el terreno.

"La información de los residentes locales en Jan Sheijun indica que un avión de guerra sobrevoló la localidad dos veces, en torno a las 6.45 horas el 4 de abril. Un residente ha dicho que vio el avión lanzar una bomba cerca de una panadería en la localidad en un barrio del norte durante el primer sobrevuelo", ha señalado la ONG.

Varias personas, incluida la que vio la bomba caer, han explicado a HRW que no escucharon "ninguna explosión" pero que sí vieron aparecer "humo" y "polvo" tras la caída del proyectil en la zona, un relato que coincidiría con el uso de "una bomba química con una pequeña carga explosiva".

"Varias personas también han confirmado que vieron a personas heridas o escucharon que había heridos inmediatamente después del primer sobrevuelo. Pocos minutos más tardes, según contaron, un avión de guerra lanzó tres o cuatro bombas con alto poder explosivo en la localidad", ha explicado la organización de defensa de los Derechos Humanos.

En este sentido, ha señalado que ha identificado a 92 personas que murieron en el ataque químico del 4 de abril, 30 de ellas niños, por lo que los "residentes y activistas" han definido como la "exposición a agentes químicos". "El personal médico dice que el ataque dejó heridas a cientos de personas más", ha añadido.

Tras indicar que ha revisado "decenas de fotos y vídeos" proporcionados por residentes locales que dejan ver el "cráter" causado por el impacto de la primera bomba, ha asegurado que los vecinos de la zona "creen" que ese proyectil fue "la fuente de la exposición química porque los que murieron vivían cerca y los que acudieron a auxiliar sufrieron los "mayores síntomas de exposición química".

"Una de las primeras fotos del cráter, tomada por los equipos de auxilio, muestra lo que parece ser líquido en el asfalto. Eso sería consistente con el uso de una bomba que contenga gas sarín, que está en estado líquido a temperatura ambiente", ha contado.

EL ATAQUE DE IDLIB FUE PERPETRADO CON UNA BOMBA SOVIÉTICA CON SARÍN

En opinión de esta ONG, los restos de la bomba, "en combinación con las observaciones de los testigos, los síntomas de las víctimas y la identificación por parte de Francia, Turquía y la OPAQ del gas sarín como el agente químico usado en el ataque sugieren que el avión de guerra sirio lanzó una bomba con gas sarín". "De acuerdo con material de fuentes abiertas, la bomba KhAB-250 y su versión mayor, la KhAB-500, son bombas de producción soviética diseñadas para lanzar gas sarín", ha añadido.

HRW ha hecho hincapié en que las "pruebas sugieren" que el ataque químico del 4 de abril en Idlib no es la primera ocasión en que el régimen de Al Assad utiliza armas químicas y ha recordado que varios "testigos" le han descrito ataques con estos agentes lanzados desde aviones de guerra en el este de Hama el 11 y el 12 de diciembre de 2016 y en el norte de Hama el 30 de marzo de 2017.

Los ataques de diciembre tuvieron lugar en territorios controlados por el grupo terrorista Estado Islámico, lo que ha dificultado el acceso a testigos, pero cuatro personas que vieron los ataques y dos profesionales médicos consultados por la ONG "dieron relatos consistentes" sobre esas ofensivas.

La organización de defensa de los Derechos Humanos ha denunciado, además, que el uso de municiones con gas de cloro por parte del régimen de Damasco se ha convertido en una práctica "generalizada y sistemática". En este sentido, ha denunciado que helicópteros del régimen han usado este gas en ataques en Alepo en diciembre y más recientemente en el norte de Hama.

HRW ha contado también que, desde enero de 2017, tiene "documentado", por primera vez desde agosto de 2013, que las fuerzas "terrestres" leales a Damasco han empleado "cohetes con gas de cloro" en ataques contra fuerzas rebeldes y terroristas "cerca de Damasco".

"Algunos de los ataques químicos han alcanzado áreas residenciales alejadas del frente de batalla y sin objetivos militares y que parecen haber matado y herido solo a civiles, lo que sugiere que las fuerzas del Gobierno sirio han dirigido al menos varios de los ataques contra la población civil", ha asegurado.

"El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ya ha declarado que el uso en el pasado de armas químicas por parte de Siria es una amenaza para la seguridad internaciona", ha afirmado Roth. "Mientras el uso continúa, es vergonzoso que Rusia impida que el Consejo incluso reclame a Siria que coopere con los investigadores", ha concluido.

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