Rusia y EEUU, las dos potencias que manejan los hilos del conflicto sirio

En el umbral de un sexto año de guerra civil, Estados Unidos y Rusia manejan los hilos en Siria, imponiendo su voluntad a los demás protagonistas y relegando a un segundo plano a las potencias regionales, coinciden varios analistas.

"Las dos grandes potencias hablan entre ellas por teléfono en cualquier lugar del mundo, y luego vienen a informar de su decisión a sus aliados sirios y (al emisario de la ONU Staffan) de Mistura", explica un veterano de la oposición democrática siria, Haytham Manna.

Washington y Moscú fijan "a las potencias regionales las líneas rojas que no deben cruzar", añade.

"Los norteamericanos le dicen así a los turcos que no deben incursionar en Siria, y piden a los saudíes que no envíen más armas. Rusia hace otro tanto con Irán", otro gran apoyo del régimen de Damasco.

El ejemplo más claro de esta cooperación fue la entrada en vigor el 27 de febrero de una tregua, que globalmente se está respetando.

"Estados Unidos y Rusia han tomado el mando y el monopolio en la cuestión siria", constata Joseph Bahout, experto de la región del Centro Carnegie de Washington.

El conflicto, que empezó con protestas pacíficas reprimidas por el régimen, "se ha transformado en una lucha en la que están imbricados actores locales, regionales e internacionales", constata Bassel Salloukh, profesor de ciencias políticas de la Universidad Americana de Líbano (LAU).

"Las discordias geopolíticas y confesionales" han "permitido que las grandes potencias se presenten como los árbitros últimos de estos conflictos", explica.

A partir de ahora, añade, "lo que determinará el futuro de Siria son más los intereses estratégicos de Rusia y Estados Unidos que las aspiraciones del pueblo".

En un principio, ambos países fueron reticentes a meterse en una contienda tan complicada. Pese a la presión de sus consejeros, el presidente norteamericano Barack Obama se negó a una intervención directa.

"La idea de que podemos (...) cambiar la ecuación en el terreno nunca fue cierta", dijo Obama, según la revista Atlantic.

Finalmente fue el grupo yihadista Estado Islámico -mediante las decapitaciones de rehenes occidentales en el verano de 2014 y la conquista fulgurante de buena parte de Siria e Irak- el que empujó a Washington a actuar en ambos países, al frente de una amplia coalición internacional.

En el caso de Rusia fue el debilitamiento del régimen sirio ante los rebeldes a partir de la primavera de 2015 lo que llevó al presidente Vladimir Putin a autorizar la campaña aérea iniciada el pasado 30 de septiembre.

"Treinta años después del final de la Guerra Fría, resulta que los únicos capaces de decidir y de actuar son Moscú y Washington, como en los buenos viejos tiempos", apunta Fyodor Lukianov, redactor en jefe de la revista Rusia en la política global.

"Los demás no quieren o no pueden hacerlo. Ése es el balance del nuevo orden mundial", agrega.

"Eso no significa que sean capaces de resolver todos los problemas, porque en Siria todo depende de las fuerzas regionales, y Moscú como Washington no las controlan por completo", matiza el analista. Pero en cualquier caso, Rusia y Estados Unidos son los únicos capaces de "empujar hacia la paz a las partes en conflicto".

Para ello no dudan en llamar al orden a quien sea necesario, como hizo el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, con el presidente Al Asad cuando éste manifestó en febrero a la AFP su ambición de reconquistar todo el país.

Según Joshua Landis, director de estudios sobre Oriente Medio en la Universidad de Oklahoma, "los desacuerdos ideológicos y territoriales entre los actores locales son muy profundos. Pero todos dependen enteramente de sus patrocinadores, y deben someterse a los deseos de aquellos que los arman".

Mostrar comentarios