Brasil sostiene que la COP21 será de soluciones y no intenciones

  • La conferencia mundial de París (COP21) no se limitará a cartas de intención sino a la búsqueda de resultados concretos para alcanzar el acuerdo que limite a un máximo de dos grados el calentamiento del planeta, afirmó el martes la ministra de Medio Ambiente de Brasil.

La COP21 que reunirá a 195 países en diciembre en París tendrá "una agenda robusta basada cada vez más en los resultados", dijo Izabella Teixeira en un evento organizado en Rio de Janeiro con la Unión Europea.

"Hay mucho en juego (...) Tenemos que enfrentar todo hoy o vamos a quedarnos más de 10 años hablando de problemas. Brasil presentó metas respetando la convención del clima y asumiendo que haremos la transición para la economía de bajo carbono", siguió.

Brasil llegará a París con una propuesta concreta para frenar el calentamiento global, presentada por la presidenta Dilma Rousseff en la ONU a fines de septiembre.

El gigante emergente, considerado clave para el acuerdo en la COP21, buscará reducir en 37% sus emisiones de carbono para el 2025 y 43% para 2030.

Y además espera eliminar la tala ilegal en la Amazonia para 2030 y restaurar más de 30 millones de hectáreas de bosques.

"Es la primera vez que una economía emergente hace esto y Brasil se coloca en una posición de liderazgo entre los países emergentes", dijo por su parte el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, el español Miguel Arias Cañete, presente en el evento.

"Brasil y la Unión Europea tenemos ambiciosos objetivos pero con mucho foco, tenemos un acuerdo ambicioso de clima, con objetivos ambiciosos pero también con elementos para reforzar las políticas que queremos desarrollar", añadió Cañete.

La preservación de los bosques de la Amazonia en Brasil -más de 5 millones de km2 de extensión- es considerada clave tanto en su rol de moderador del cambio climático como de conservador de la biodiversidad por ser el país con mayor cantidad de especies del planeta.

Y el gigante sudamericano es un "ejemplo en el manejo de bosques", elogió Cañete, indicando que el país se beneficiará de un fondo de 500 millones de euros (unos 550 millones de dólares) destinado a proyectos de preservación forestal en países en desarrollo entre 2014-2020 como estrategia para reducir emisiones de gases contaminantes.

Teixeira aseguró que la meta de deforestación ilegal cero en 2030 "no es trivial" sino una compleja operación que involucra a diversos sectores del Estado.

"Todo fue cuidadosamente colocado, explicado, discutido, ampliado y aún hay gente que sale [a criticar] que Brasil sólo va a acabar con la deforestación en 2030", zanjó.

Según los últimos datos del ministerio de Medio Ambiente, en 2014 en Brasil fueron talados 5.012 km2 de la Amazonia.

La meta del gobierno incluye además replantar al menos 12 millones de hectáreas de bosques, recuperar otros 15 millones de pastos degradados e integrar 5 millones de áreas agrícolas.

"En 2005 la deforestación representaba el 57% de las emisiones brasileñas y ese porcentaje cayó a 15% el año pasado", afirmó la ministra, que recordó que existe una tala legal en algunas zonas de la Amazonia, que se estima en unos 1.500 km2 por año.

Pero ese control depende de los gobiernos regionales y, según Teixeira, no hay claridad en sus datos y en algunos casos incluso se detectaron fraudes. Brasil desarrolla un proyecto para erradicar la tala ilegal en los estados amazónicos de Acre y Mato Grosso para 2020.

Algunas ONG, que aplaudieron en general las metas de Brasil, consideraron que la meta de deforestación era el "punto débil" de la agenda.

"Buscamos resultados concretos, restaurar [aproximadamente] 34 millones de hectáreas no es trivial, es la mitad de [la superficie de] Francia, y desarrollar el modelo económico en torno a esto tampoco es trivial", aseguró de todas formas la ministra.

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