Debacle de la atención primaria

Los sanitarios tiran la toalla: "Se pasa mal cuando sufren y no puedes ayudar"

Clara Benedicto ha contado a La Información que decidió apartarse de la Atención Primaria después de casi 10 años de servicio por el deterioro del sistema y el estrés que ha generado la pandemia.

EFE
Los sanitarios tiran la toalla: "Se pasa mal cuando sufren y no puedes ayudar".
Ángel Martínez | EFE

"Se pasa muy mal cuando sabes que la gente sufre y no puedes hacer algo para ayudarlos". Este es el testimonio de Clara Benedicto, una sanitaria que ha tenido que decir basta y pedir una excedencia en su centro de atención primaria por el estrés que le han generado las "malas condiciones" en las que trabaja. La mujer ha denunciado a 'La Información' que los problemas de los centros iniciaron mucho antes de la pandemia y todos creyeron que a partir de esta las autoridades comenzarían a tomarlos más en cuenta, pero esto no fue lo que ocurrió. 

"La situación ha sido desmoralizante. Yo inicié mi trayectoria en atención primaria hace más de 10 años". La sanitaria ha confesado que le tiene mucha fe al sector porque "sé lo importante que es para la población", pero los últimos meses han sido muy difíciles". De hecho, cuando pensaron que estaban 'ganando' ciertas batallas todo comenzó a ir marcha atrás: "Nosotros luchamos por eliminar la burocracia y el papeleo para centrarnos en la atención de los pacientes. Logramos, por ejemplo, que las autoridades retiraran el requisito de acudir de forma presencial a recoger una baja laboral -no era sensato que alguien contagiado se desplazara- pero justo cuando llegó el verano se suspendió el 'permiso' y todo volvió a ser como antes". 

La pandemia llegó por sorpresa y acaparó los centros, que ya operaban con menos medios de los necesarios. En estos meses, "lo urgente no nos ha dejado tiempo para lo importante, que son los pacientes". La sanitaria ha explicado que lo "bonito" de su trabajo es el trato constante con las personas: "Los seguimientos que hacemos nos aportan datos blandos que no podríamos obtener de otra manera. Durante la pandemia no pudimos atender bien a la gente y, lastimosamente, muchos tuvieron que ser hospitalizadas por su enfermedad o perdieron la vida cuando tal vez, con un buen cuidado, no hubieran llegado a eso". La sanitaria ha insistido en que la sobrecarga de trabajo ha sido perjudicial para los enfermos, pero también ha generado para los profesionales un desgaste físico, por el trabajo, y emocional, por las personas que "se quejan, con razón, de que no cogíamos el teléfono, se sentían abandonadas y nos querían contar mil cosas". 

Gran parte de la culpa de esta sobrecarga la tiene, según Clara, la gestión de la Covid. La sanitaria ha lamentado que en Madrid se les haya derivado a ellos labores 'extra', como el rastreo, cuando otras autonomías han contratado personal específico para desarrollar esas tareas. Una de sus compañeras de profesión, Irene Garcia Zurita lo ha confirmado a este medio: "Esta pandemia se ha manejado a coste cero. El Gobierno ha acabado con la salud publica y preventiva a lo largo de los años y ahora han querido cargar todo sobre nuestras espaldas. Es demasiada responsabilidad". 

Clara ha reconocido que le costó mucho tomar la decisión de pedir la excedencia y apartarse de su puesto por las dificultades que afrontan sus compañeros, pero un evento, que también relató en su cuenta de Twitter, le abrió los ojos: "Una tarde le grité, le eché una buena bronca y le dije que no tenía tiempo para tonterías a un paciente que se negaba a hacerse una prueba PCR". La médica aclaró que no se siente orgullosa de aquello, pidió perdón, y reconoció que el episodio evidenció su desgaste. 

¿Qué sigue? Clara ha declarado que no tiene claro cuándo volverá a ocupar su plaza, que se ganó tras opositar, pero espera que haya mejoras en el sistema pronto, ya que "ha sido desolador" ver cómo algunos de sus compañeros han abandonado los centros de atención primaria por sus condiciones laborales; otros han comenzado a estudiar para examinarse de nuevo del MIR y dedicarse a otra especialidad; y un tercer grupo se ha ido del país en busca de mejores oportunidades.

La presión en los centros es alta y "cada vez hay más personas enfadadas", según Clara. La mujer ha desvelado que los profesionales 'aguantaron' la primera ola de la Covid y dieron más del 100% de su esfuerzo por la situación de excepcionalidad que atravesó España, pero "creo que el 'superheroísmo' de aguantar a cualquier precio no nos ayuda a ellos ni a mí". Para ella, es de vital importancia que las autoridades centren sus esfuerzos en cambiar la política de personal y acabar con los contratos precarios para que estos sanitarios que son la "base y garantía" de todo el sistema puedan hacer su trabajo.

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